El Leganés dio el relevo el año pasado a
Asier Garitano, un entrenador que dejó huella en Butarque y unas señas de identidad muy definidas, con
Mauricio Pellegrino, un técnico de gustos futbolísticos similares y que dejó muy buen recuerdo durante su etapa al frente del Alavés.
Tras unos meses de aclimatación hasta dar con la tecla, el técnico argentino acabó apostando por el
1-5-3-2 para revertir una situación inicial que parecía no tener fin.
Con este orden táctico,
los laterales actúan de carrileros, permitiendo dotar al equipo de más consistencia en la línea defensiva, que, además, se arropa con tres centrales. Al mismo tiempo, permite que ambos jugadores puedan ayudar al equipo en labores ofensivas. Rosales, como Juanfran en la 18/19, es el ideal en la derecha, para la que también se ha reclutado a Marc Navarro, al tiempo que Jonathan Silva se consolida en un equipo al que han salido a pedir de boca las otras cesiones, convertidas ya en 'pepineros' de pleno derecho:
Omeruo y Braithwaite.
Óscar, en la parcela ancha, se antoja clave para desatascar y afinar los ataques, aportando dinamismo.
Ahora, con el blindaje que supone un sistema mucho más trabajado, el 'Lega' navega con más confianza hacia la permanencia, si bien le está costando de nuevo arrancar, coincidiendo con el Betis en los avernos de la tabla.
Arriba,
En-Nesyri ha encontrado al socio perfecto para correr, apretar y percutir: Braithwaite.
El análisis de los jugadores del CD Leganés, en
nuetra galería.