Cuando al Atlético le resultó más barato comprar el Cádiz que fichar a Kiko y Quevedo

Jesús Gil convirtió al conjunto amarillo en su 'filial', junto al Marbella, adquiriendo la mayoría accionarial por unos 200 millones de pesetas; las cláusulas de Kiko y Quevedo eran de 300 millones cada una

Cuando al Atlético le resultó más barato comprar el Cádiz que fichar a Kiko y Quevedo
Jesús Gil adquirió en el 93 el Cádiz CF para así poder fichar más barato a Kiko y Quevedo. - Alejandro Sáez
Alejandro SáezAlejandro Sáez 5 min lectura
El Cádiz CF, que el pasado domingo se impuso al Rayo Vallecano por 2-0 en el Nuevo Mirandilla, lucha por una salvación que hoy por hoy está tan sólo a un punto de distancia. Una carrera de fondo que tiene su próxima parada, este viernes (21:00 horas), en el Wanda Metropolitano, frente al Atlético de Madrid.

Una dura piedra de toque, el conjunto colchonero, del que el Cádiz CF llegó a ser su 'filial' hace no demasiado tiempo. Los cadistas más jóvenes, quizá, no lo recordarán, pero el Atlético de Madrid, con Jesús Gil a la cabeza, compró el Cádiz CF, pues su adquisición le resultaba más barato que fichar a Kiko y al Mami Quevedo, como era intención de los colchoneros.

Nos remontamos hasta el verano de 1992, cuando todos los clubes de fútbol, salvo Real Madrid, Barcelona, Athletic y Osasuna, completaron su transformación en sociedades anónimas deportivas con el objetivo de sanear su maltrechas cuentas. Los socios dieron paso a los accionistas y eso, en Cádiz CF, supuso que el Ayuntamiento de Cádiz tuviera que salir al auxilio del club de fútbol de su ciudad. El consistorio compró el 70% de las acciones, a un precio cada una de 5.000 pesetas; 30 euros de nuestra época, ante la ausencia de ningún comprados privado que quisiera hacerse cargo de ellas.

Enrique Cerezo fue el presidente honorífico del Cádiz CF

Fue, lógicamente, una medida de urgencias, pues el Ayuntamiento no podía hacerse cargo, tampoco, de esa deuda. De ahí que en 1993 se las vendiera a Jesús Gil, extravagante presidente del Atlético de Madrid que había saltado a la fama por su relación con el fútbol y por sus controvertidas actuaciones como empresario. Como aval de la operación, una finca rústica de Gil y Gil, quedando el hoy presidente del Atlético, Enrique Cerezo, como mandamás honorífico del Cádiz CF.

La compra del Cádiz CF, sin embargo, no fue ningún gesto de buena fe Jesús Gil. No llegó para salvar el Cádiz CF, sino para todo lo contrario: ahorrarse varios millones de pesetas. El presidente del Atlético de Madrid se había dado cuenta que le resultaba más económico comprar el paquete de acciones del Cádiz CF en manos del Ayuntamiento (por valor de unos 200 millones de pesetas; 1'2 millones de euros actuales) que pagar el traspaso de Kiko y Quevedo, por quienes el conjunto amarillo, recién descendido a Segunda división, solicitaba 300 millones de pesetas, 1'8 kilos en euros, por cada uno. "Cuando llegó Jesús Gil, esa cláusula de 300 millones quedó anulada", recordaba el Mami Quevedo al diario El Mundo.




Kiko ya se había consagrado en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y Gil lo quería sí o sí. Tras dos o tres negociaciones previas frustradas, el jerezano sería colchonero una semana después de concretarse el descenso amarillo a Segunda y, por tanto, también la compra de acciones por parte de Gil. No, no fue casualidad.

La aventura del Cádiz CF de Gil y Cerezo en Segunda resultó un verdadero fiasco, acabando en Segunda B. El otro 'filial' del Atlético en ese momento era el Marbella -tampoco era casualidad que Gil fuera alcalde de dicha localidad malagueña-, al que potenciaron con refuerzos de entidad como Tilico, Benítez o Iordanov. Todo lo contrario que ocurrió con el Cádiz CF, al que poco a poco dejaron desangrarse.

La relación entre Atlético y Cádiz CF, finalmente, tendía su fin en 1995, en un hotel de Sevilla cerca del Ramón Sánchez-Pizjuán. Los jugadores no cobraban a tiempo y el Cádiz CF no había consiguido el ansiado ascenso a Segunda por el que había estado luchando hasta el final con Cacho Heredia en el banquillo, por lo que el Atlético decide venderlo. Enrique Cerezo regaló sus acciones al Cádiz CF y el conjunto colchonero no ganó ni una peseta por su venta. El negocio redondo que Gil planeó en su cabeza con la compra del Cádiz CF no resultó ser tal, aunque Kiko y Quevedo sí marcharon al Calderón por muchísimo menos de lo que le venían solicitando.