Las firmas encargadas de diseñar las camisetas de fútbol no siempre están acertadas. De la misma forma que algunos modelos estéticos baten récords de ventas y son eternamente recordadas, hasta el punto de seguir generando beneficios años después como moda 'vintage', en ocasiones se desmarcan con auténticos despropósitos.
El último ejemplo de diseño... arriesgado llegó en el último partido del PSG antes del parón de selecciones. El cuadro francés lució un modelo arlequinado que mezclaba un fucsia chillón y un azul-violeta degradado que se funden con cierta tendencia puntillista y ribetes negros, a juegos con el pantalón.
En España hay más de un ejemplo de estos diseños olvidables, aunque es algo que se da en todas las ligas del mundo. Tanto en la actualidad, como en décadas anteriores, como marca el caso del guardameta Jorge Campos, un referente en este peculiar mundillo.