Adiós al mejor jugador de nuestra historia: Pau Gasol

Adiós al mejor jugador de nuestra historia: Pau Gasol
- M. O. L.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 6 min lectura
Pau Gasol no sorprendió y anunció su retirada del baloncesto profesional a los 41 años y tras 21 temporadas en activo, poniendo fin a una exitosa carrera en la que, entre otros logros, destacan los dos anillos de la NBA ganados con Los Ángeles Lakers y el Mundial y los dos subcampeonatos olímpicos que conquistó con la selección española.

El anuncio tuvo lugar en un acto celebrado en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona al que asistieron numerosos invitados, familiares y medios de comunicación y en el que el jugador catalán explicó los motivos que le han llevado a tomar la decisión de poner fin a su carrera.

"Hoy estoy aquí para comunicaros lo que habéis podido anticipar, que me voy a retirar del baloncesto profesional. Es una decisión difícil después de tantísimos años, pero meditada", anunció Pau.


El catalizador de los éxitos del deporte español

Pau Gasol ha sido el catalizador del 'boom' de éxitos del baloncesto español en las primeras dos décadas del siglo XXI, el faro y guía de la selección española que necesitaban de su aportación para dar el salto de calidad definitivo para colgarse medallas en Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos.

Pau comenzó siendo el pívot que todo entrenador ansía, más en España donde los jugadores de más de 7 pies (más de 2,13 metros de altura) escaseaban.

El mayor de los hermanos Gasol fue el estandarte, la bandera que enarbolar, para ahuyentar de una vez por todas todos los complejos del baloncesto español.

En España siempre hubo buenos jugadores de baloncesto, pero la ausencia de un pívot dominante lastraba las opciones de triunfo en los grandes campeonatos. Con Pau se pasó del cero al casi infinito.

Sus éxitos en la NBA, ayudaron de forma directa en el equipo español. Era temido y respetado, a partes iguales, por todos y la selección española fue el caldo de cultivo perfecto para agrandarlo todo y conformar su leyenda.

Pau estaba en un escalón superior por sueldo, trascendencia, influencia y juego, pero era uno más, con sus particularidades, pero uno más. Algo muy fácil de decir, pero muy complicado de entender.

Por sus características físicas y por su formación, Pau Gasol siempre entendió que debía cuidar su cuerpo con mimo y su fisioterapeuta de confianza Joaquín Juan era uno más de la selección, aunque sólo se ocupara del pívot de Sant Boi.

Ningún otro jugador podía llevar a su fisio a las concentraciones y partidos, Pau sí. Pero eso que podría ser entendido como una discriminación por el ego del resto de jugadores, nunca fue un problema.

Todos sabían que Pau era especial y que debía ser tratado de forma especial. No era el capricho o la veleidad de la estrella de turno. Si los demás necesitaban algunas horas de preparación o cuidados, por poner un ejemplo, Pau siempre trabajó más para estar a punto para rendir en favor del grupo, del equipo.

Y aunque siempre era protagonista de los éxitos, nunca hizo ostentación individual, al contrario siempre los circunscribió al colectivo, a la familia, a la selección.

Pau deja el baloncesto como jugador en activo, pero lejos de ser un momento triste debe ser el momento de felicitarle y felicitarnos todos por las dos maravillosas décadas que dedicó a España y al baloncesto.

Un histórico en la NBA

Por otro lado, tras 18 temporadas en la NBA, dos anillos de campeón y una brillante trayectoria, Pau Gasol dice adiós como uno de los mejores extranjeros en la historia del baloncesto norteamericano, que jamás olvidará la calidad, la clase y la pasmosa habilidad para el pase de esa imponente figura.

Su legado es a prueba de bombas. Fue nombrado Novato del Año en 2002 como jugador de los Memphis Grizzlies y se convirtió en el primer extranjero que conseguía tal logro en la NBA. Fue elegido en seis ocasiones para participar en el All-Star, el duelo entre los mejores jugadores de la Liga.

También fue designado como parte del segundo mejor quinteto de la competición (2011, 2015) y del tercer mejor quinteto (2009, 2010). Pero todos esos logros palidecen frente a las tres Finales de la NBA disputadas como miembro de Los Angeles Lakers y, sobre todo, ante los dos campeonatos obtenidos de forma consecutiva junto a Kobe Bryant y Phil Jackson (2009, 2010).

Todo ello, junto a sus éxitos con la Selección española, le garantizan en el futuro próximo un lugar en el Salón de la Fama. Y quién sabe si, como predijo Bryant en 2018, su camiseta con el número 16 colgará un día de lo más alto del Staples Center, el pabellón de los Lakers, un honor reservado exclusivamente para los ídolos de la franquicia californiana.