Coinciden no solo en su nombre y en la camiseta que defienden.
Sergio Ramos y
Sergio Llull volvieron a vestirse de héroes este domingo para rescatar al
Real Madrid con su habitual oportunismo en los momentos calientes de sus partidos erigiéndose, una día más, como dueños del tiempo y salvadores de sus equipos. Son dos líderes de libro, dos equilibristas que disfrutan como pocos sobre el alambre del pitido final, el momento en el que mejor se desenvuelven, cuando sus compañeros más los necesitan.
Ramos dio los tres puntos y el liderato en el Bernabéu al equipo que entrena
Zinedine Zidane con su enésimo cabezazo ganador a nueve minutos del final y Llull resolvió el clásico del baloncesto español ante el Barcelona con otra canasta salvadora en el último segundo. Dos nuevos compromisos resueltos por los Sergios.
Ambos son ganadores natos. Todo carácter y ambición. Son innumerables las ocasiones en las que han certificado los triunfos del Real Madrid. En el caso de
Ramos, ya forman parte de la historia las dos finales de la Liga de Campeones frente al Atlético de Madrid, mientras que las demostraciones más recientes de oportunismo del base balear se vieron en la reciente Copa del Rey de Vitoria, en la que protagonizó los segundos finales de los tres partidos y fue elegido MVP.
Están hechos de una madera especial y sus compañeros lo saben. Por eso les buscan cuando más lo necesitan, conscientes de que ambos disfrutan tomando la responsabilidad con una fe en sí mismos poco habitual.
En el caso del central de Camas, de 30 años, el tanto que anotó al
Betis supuso un broche de oro a una semana perfecta, en la que también decidió en una segunda parte pletórica la eliminatoria de octavos de la Liga de Campeones ante el Nápoles con dos remates que dieron la vuelta al marcador cuando el Real Madrid estaba contra las cuerdas.
Ante el equipo sevillano, el gol del triunfo llegó en el minuto 81. "Un poco pronto el gol de @SergioRamos para mi gusto", llego a bromear en Twitter su excompañero Álvaro Arbeloa, conocedor de que muchos de los tantos salvadores del jugador del sevillano han llegado con el tiempo ya cumplido, en el minuto 'noventayRamos'.
Un par de horas antes, su tocayo de la sección de baloncesto conocido como
'El increíble Llull', resolvía el duelo ante el
Barcelona con una nueva canasta ganadora en el último segundo, en ese momento caliente en el que al resto le quema la última bola y él disfruta como nadie. Ayer jugó con el tiempo por partida doble, ya que un triple suyo sobre la bocina puso el colofón a la primera parte.
Un desenlace similar decantó para su equipo la Copa del Rey disputada en Málaga en 2014, cuando también fue él internacional balear quien resolvió la final ante el equipo blaugrana en el último suspiro.
"A veces la lío, pero hoy ha salido bien", reconoció hace unos días tras ganar su quinta Copa del Rey ante el Valencia Basket en una final en la que anotó los últimos diez puntos del Madrid. "Va con el carácter de cada uno. No me gusta perder y tengo la confianza de mis técnicos y compañeros que me la dan para intentarlo", explicó sobre sus canastas in extremis, muchas de ellas inverosímiles.
A pesar de que han ganado todo con la camiseta merengue y con la selección española, su hambre de éxitos va en aumento al ritmo que lo hace su compromiso con el Real Madrid. Llull ha rechazado ofertas millonarias de la NBA, algo poco habitual en el baloncesto europeo, y ha optado por seguir ganando títulos a las ordenes de Pablo Laso.
A sus 29 años, el base cumple su undécima temporada en el Real Madrid, donde ha logrado catorce títulos: cuatro Ligas Endesa, cinco Copas del Rey, tres Supercopas Endesa, una Euroliga y una Copa Intercontinental.