La papeleta que tiene sobre la mesa Ducati no es para nada sencilla y aunque pueda parecer un 'bendito' problema, tener que escoger para sus dos motos de fábrica entre cuatro de los mejores pilotos de toda la parrilla no es fácil. Para colmo, los implicados no hacen más que enmarañar más la situación con actuaciones memorables como la que se vivió el pasado fin de semana en Francia, tanto en la carrera sprint del sábado, como en la larga del domingo. Hubo el mismo ganador y el mismo segundo clasificado, pero él como se dio todo, no hizo más que ponerle más dudas en la cabeza a Gigi DallIgna y compañía.
El único que tiene la plaza asegurada en el Ducati Lenovo es el bicampeón del mundo, Pecco Bagnaia, que con sus dos últimos años a tal nivel como para ganar uno arrasando y otro luchando hasta la última carrera, se adjudicó una merecidísima renovación. Pero el problema es quién va a tener al otro lado del garaje. Para empezar ahora mismo está Enea Bastianini, que se ganó el ascenso en 2022 cuando fue uno de los mejores pilotos del certamen a bordo de una Ducati desactualizada en el Gresini. No obstante, en 2023 no pudo hacer nada por culpa de las múltiples lesiones, y este 2024 aún está adaptándose, aunque está ahí y cada vez es más una amenaza.
El problema para 'La Bestia' es que en pugna por su montura tiene a dos auténticos bichos. El primero de ellos y gran favorito es el líder del mundial y subcampeón del año pasado, Jorge Martín. En el Pramac lleva la moto de este año, pero ha dicho que sí o sí quiere estar en la escuadra de fábrica y si no abandonara Ducati. Y lo puede hacer como campeón, porque ahora mismo aventaja en más de una carrera al segundo clasificado en la general.
La decisión parece clara, pero no lo es tanto por quién es el otro implicado, Marc Márquez. El de Cervera, que en su primer año con los italianos y con una máquina del año pasado está cada vez más cerca del dúo dinámico. Además de que el hecho de tener al 93 es una gran jugada de marketing. Suena todo sumamente complicado, pero en el Corriere Dello Sport han desvelado que puede ser que hayan encontrado una solución que satisfaga a todos.
Y no es otra que subir al Lenovo a Martín y poner a Marc en el Pramac o en otro equipo Ducati, pero con la misma moto de 2025 de los otros dos. Esto dejaría descolgado a Bastianini, que podría o bien seguir con la misma Ducati que sus rivales en otra estructura, lo que sería el sueño de la marca, para seguir contando con sus cuatro mejores pilotos, o porque el contrario abrirse a las ofertas que le llegan, como el caso de Aprilia, que quiere formar un 'dream team' con el 23 y Maverick Viñales.