El piloto de Ducati Jorge Lorenzo aseguró que ahora sólo piensa "en rojo", en referencia a su presente en el citado equipo italiano, y que cuando concluya la presente temporada ya estará pendiente de su futuro inmediato en Honda.
Lorenzo reconoció que su etapa en Ducati no acaba como él hubiera querido: "No es el final soñado con Ducati. Una parte de mí está triste porque han sido dos años intensos e inconstantes, aunque en los buenos momentos he disfrutado mucho". Cuestionado por su futuro compañero de equipo, Marc Márquez, el mallorquín aseveró que es "una leyenda, ha ganado cinco de los seis últimos mundiales y no se le puede considerar otra cosa". "Espero aprender de él porque llevará siete temporadas con Honda y para mí será la primera", apuntó.
Lorenzo analizó sus opciones en la próxima campaña: "Si me preguntas si puedo ganar en Catar, pues es prácticamente imposible, aunque los milagros existen. Para el Mundial no seré favorito, lo será Márquez. Es una moto nueva y quedará muchísimo trabajo por hacer". El mallorquín, que realizó estas declaraciones en la presentación de la colección 'Jewels' de su marca Skull Rider en Barcelona, explicó que su recuperación "ha evolucionado muy rápido" y está sorprendido por la misma. Además, insistió en que irá al máximo: "Cuando te pones el casco no lo haces pensando en si te vas a hacer daño o no. Si no, no me dedicaría a esto".
Lorenzo afirmó que tras la lesión sufrida estará "al 80 ó al 85 por ciento" de sus posibilidades y que por ello está seguro de que correrá en Valencia tras haberse perdido las últimas cuatro carreras del Mundial de MotoGP. También valoró el regreso de Romano Fenati, al que la Federación Italiana le había retirado la licencia. Correrá en Moto3 y no en Moto2 tras tocar el freno en plena carrera a Stefano Manzi. "Todo el mundo vio que cometió un error muy grave y seguro que está arrepentido", dijo.