El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que hace tres semanas se proclamó matemáticamente (triple) campeón del Mundial de Fórmula Uno, ganó este domingo el Gran Premio de México, el decimonoveno del año, en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez; donde su compañero, el ídolo local, Sergio Pérez, abandonó al chocar con Charles Leclerc en la primera curva del Gran Premio de México el de su casa.
Verstappen, de 26 años, elevó a 16 su propio récord histórico de victorias en una misma temporada al ganar por delante del siete veces campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes) y del monegasco Charles Leclerc (Ferrari); segundo y tercero, respectivamente. En cuanto a los españoles, el madrileño Carlos Sainz (Ferrari) acabó cuarto, mientras que Fernando Alonso (Aston Martin), no acabó al retirarse en la cuadragésima octava de las 71 vueltas que tuvo la carrera. Segundo golpe consecutivo para el asturiano, que tampoco pudo terminar en Estados Unidos.
Lo cierto es que la carrera disputada en tierras mexicanas dio para mucho –sobre todo en los primeros metros– Tal y como no pocos anunciaban, Max Verstappen aprovechó la gran recta principal del circuito para dar cuenta de los dos Ferrari antes de la primera curva. El tres veces campeón del mundo se colocó en cabeza y dominó con mano de hierro mientras a Charles Leclerc y Carlos Sainz les surgían otras preocupaciones, sobre todo después de ver cómo una bandera roja por accidente de Kevin Magnussen obligaba a suspender la sesión y que se diese una nueva salida. Para ese momento solo había dos cosas claras: Verstappen ganaría y Alonso estaba completamente hundido.
Justo esa bandera roja fue la decidió el podio de la carrera. Al contrario de lo hecho por los otros primeros clasificados, Lewis Hamilton montó unos neumáticos medios confiando en que estos le diesen ventaja en la nueva salida. Aunque fue así, no logró adelantar a Charles Leclerc en los primeros metros, pero se lo trabajó para conseguirlo pocas vueltas después. Fue entonces cuando Ferrari anunció por radio que sus monturas no aguantarían, pero se equivocaron; tanto es así que hizo la vuelta rápida en el último giro al circuito mexicano. Mientras, Sainz tiraba de casta para aguantar los ataques de un Russell que nunca logró superarle.
Si algunos como Lando Norris disfrutaron de lo lindo en carrera firmando algunos adelantamientos espectaculares –el último de ellos a Russell–, otros como Alonso se vieron abocados a un sinfín de dolores de cabeza. Tras perder tres posiciones en la salida, su coche siempre fue lento y cuando se cumplía la 48ª vuelta abandonaba por segundo gran premio consecutivo. En tanto, Verstappen se dio un paseo hasta cruzar la línea de meta e igualar el número de triunfos de una leyenda como Alain Prost.