Cada vez cuesta más distinguir a los coches de cada escudería en Fórmula 1. Ya no solo porque cada vez hacen más cambios en sus colores, como por ejemplo han hecho Ferrari en Miami o McLaren en Montecarlo, sino en muchas carreras resulta complicado distinguir a un Mercedes de un Aston Martin por ejemplo. Esto es algo que ya se está estudiando desde la FIA.
En particular, las decoraciones de Aston Martin y Mercedes, así como las de Williams y Red Bull, parecen similares desde ciertas perspectivas. Esta similitud se ha acentuado porque los equipos han reducido la pintura en sus coches para ahorrar peso, exponiendo más fibra de carbono, que es idéntica en todos los monoplazas.
Por ello, se han iniciado conversaciones con los equipos para buscar una solución que garantice una mayor diversidad visual en la parrilla el próximo año y evite el riesgo de coches con colores similares. Sin embargo, la situación es compleja. Aunque la FIA desea un cambio para mejorar la experiencia de los aficionados a la F1, no quieren imponer una normativa estricta que perjudique a las escuderías.
Nikolas Tombazis, responsable de monoplazas de la FIA, mencionó que el tema se debatirá en la próxima reunión de la Comisión de la F1: "Como siempre en la Fórmula 1, todo es un poco más complicado de lo que parece", declaró a Motorsport.com. "Uno de los problemas es que los coches tienen demasiada fibra de carbono, ya que el peso de la pintura cuenta, por lo que los coches son un poco demasiado negros", explicaba.
"Todos los equipos han trabajado mucho para cambiar el tipo de pintura, utilizando películas extremadamente finas para mantener el peso lo más bajo posible", añadió.
Tombazis considera que la mejor forma de resolver este problema es mediante la colaboración entre los equipos, en lugar de imponer nuevas normas. "Creo que debemos llegar a un proceso en el que los equipos se comuniquen y acuerden: 'Si tu coche es azul aquí, el mío no será azul allí'. Pero cómo funcionará exactamente aún está por ver", indicó. "No queremos hacer reglas sobre las decoraciones en nombre de la FIA, pero sí queremos que los coches sean distinguibles a simple vista".
Además, existe preocupación por la dificultad para distinguir a los pilotos de una misma escudería debido a que los diseños de los cascos ya no son tan icónicos y están parcialmente ocultos por el halo. En el pasado, era más fácil reconocer a los pilotos por sus cascos. Actualmente, la única forma en que los equipos están obligados a diferenciar sus dos coches es a través de un toque de color en sus cámaras onboard.