El Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1 dio espectáculo, y no sólo sobre la pista. Más allá de la carrera y la victoria final de Max Verstappen, el viernes supimos que Carlos Sainz era sancionado con 10 puestos en la parrilla del domingo por la tapa de alcantarilla que al estar mal sellada destrozó el suelo de su coche; y decimos eso porque el cambio de batería que tuvo que llevar a cabo en su Ferrari fue plenamente por causas ajenas. Pese a ello, y aunque el jefe del equipo Ferrari, Fred Vasseur, apretó para que le quitasen el castigo, los comisarios no atendieron a su argumentación y dejaron al piloto español sin opciones de victoria.
"No es fácil dar un nuevo juego de neumáticos o un motor, porque eso te da una ganancia de rendimiento. ¿Pero la batería? No hay rendimiento que sacar de la batería. Teniendo en cuenta que no hicimos la FP1, que tenemos un par de millones de daños, que los mecánicos trabajaron como un demonio para arreglarlo y así sucesivamente, creo que no era demasiado estúpido considerar un caso de fuerza mayor", señala el ejecutivo de la escudería italiana.
Concluyendo el domingo en sexta posición, Sainz no pudo esconder su enfado incluso en ese momento. Lo cierto es que le duró todo el fin de semana. Pocas veces se ha visto tan cerca de un triunfo como para perder cualquier opción sin haber cometido error alguno. Sin embargo, el motivo real de la sanción no se fraguó durante la celebración del gran premio, sino mucho antes.
Las normas que rigen el Gran Circo no han llegado per se, sino que es fruto del acuerdo de todos los equipos. Justo eso explica el director ejecutivo de Alpha Tauri, Peter Bayer, quien anteriormente había trabajado para la FIA y fue partícipe a la hora de redactar las normas, incluyendo el bloqueo de cualquier cambio con las penalizaciones en parrilla. Así lo explica.
"Habiendo estado en el otro lado del juego, tuvimos muchas discusiones sobre si deberíamos tener ese tipo de cláusulas de fuerza mayor. Y, de hecho, fueron los equipos de F1 en su afán de perfección y también por su paranoia absoluta que pensaron que si alguien era capaz de crear un caso de fuerza mayor a propósito, esa persona tendría mucho poder, porque mucha gente probablemente la reclamaría en muchas ocasiones. Por eso dijeron: 'no abramos la caja de Pandora'. Pero dicho eso, sinceramente, en este caso si nos hubieran preguntado como equipo, habríamos apoyado a Ferrari. Realmente no es culpa suya", sentencia.