El doblete conseguido en el Gran Premio de Hungría ha despertado el hambre voraz de McLaren. Y aunque para alcanzar a Max Verstappen en el Mundial de pilotos tendrían que obrar prácticamente un milagro, la calculadora en la escudería británica está echando humo.
Tanto que estudiarán durante el verano si van a por el piloto neerlandés o no con la figura de Lando Norris. Y en dicha lucha podrían arrepentirse ahora del intercambio final de posiciones que llevaron a cabo en Hungaroring entre él y Óscar Piastri.
Y es que si no llegan a ejecutarlo en las dos últimas vueltas, Lando tendría siete puntos más y la diferencia con Max se hubiese reducido a 69 puntos.
Por el momento, ya se ha fijado una reunión entre Zak Brown y el director de la escudería, Andrea Stella: "En última instancia, será decisión de Andrea. Queremos superar la primera mitad de la temporada, y ver dónde terminamos este fin de semana. Creo que el campeonato de constructores, aunque no va a ser fácil, está al alcance de la mano", comentó a Sky Sports F1.
"Creo que el reto en el campeonato de pilotos es que los días malos de Max son los segundos y terceros lugares, por lo que [es difícil] hacer el mismo recorte que hacemos en el de constructores porque Sergio Pérez está sufriendo en este momento, aunque sabemos de lo que es capaz, eso será algo que creo que discutiremos durante las vacaciones de verano", añadió.
Sobre el nerviosismo que hubo en esas dos vueltas finales por las dudas que había sobre si Lando le cedería la primera posición o no a Óscar, el estadounidense, que no estuvo en el trazado de Hungaroring, fue rotundo: "Conozco a Lando [Norris] muy bien, así que no tenía ninguna duda de que iba a pasar. Creo que lo dejamos demasiado tiempo porque eran libres para correr, y si hubiera hecho ese cambio de posición de inmediato, habrían tenido 21 vueltas por delante".
Eso sí, asegura que su salud agradece este tipo de pilotos como ellos dos: "Una parte de mí se alegró de que no compitieran, porque me habría comido las uñas durante 21 vueltas. Creo que al final todo salió bien. Aprendimos algunas cosas, mejoramos la comunicación entre nosotros para ser más claros, pero al final todo salió bien".
Sin duda alguna, el nerviosismo mostrado por Max Verstappen en las últimas carreras han dado alas a sus rivales más directos. Y aún queda mucho Mundial por delante.