Querer silenciar las cosas nunca no soluciona nada. La FIA, organismo que rige todo lo que ocurre en la Fórmula 1, suele mostrarse inflexible en sus decisiones y durante el mundial de 2023, y más en concreto con Ferrari, tal comportamiento fue tan lejos como para romper con toda lógica. ¿A qué nos referimos? Al Gran Premio de Las Vegas.
En uno de los fines de semana más esperados del campeonato, todo empezó torcido por una alcantarilla mal sellada que destrozó el fondo del coche de Carlos Sainz. Todos estuvieron de acuerdo en que piloto y Ferrari, su escudería, no tuvieron culpa alguna, pero no por ello se libraron de una sanción de 10 posiciones en parrilla por cambiar piezas... Los italianos se enfadaron, y con razón. Luchando por el segundo puesto del mundial de constructores con Mercedes, tal castigo, a todas luces injusto, suponía un duro golpe. El jefe del equipo, Fred Vasseur, mostró su malestar ante los micrófonos, pero sólo le sirvió para que la FIA le advirtiese de que repetir tal tono y argumentos podía tener consecuencias para Ferrari.
Tal cual suena. Lejos de admitir su error, desde la FIA enviaron un comunicado a la escudería italiana en el que le advertían por el lenguaje usado en sus declaraciones, recalcando que no tolerarían algo similar en el futuro. He aquí el documento emitido entonces.
Es obvio que la reacción de la Federación Internacional del Automovilismo no gustó nada en Maranello. Sin embargo, esta no ha hecho que las voces de discrepancia e indignación se hayan apagado; es más, quien lo sufrió en primera persona, Carlos Sainz, cuenta la verdad al admitir no sólo que continúa dolido, sino que siente verdadero rencor por lo ocurrido.
"Guardo mucho rencor todavía de lo que pasó en Las Vegas, no voy a engañar. Cuando pienso en ello me da mucha rabia. De salir en primera fila y luchar por la victoria a salir en la zona media de la parrilla y tener que remontar desde atrás hay una diferencia, y seguro que afectó a mi resultado final en el campeonato y al de Ferrari", comenta en un evento con su patrocinador Estrella Galicia.
Más allá de los acaecido en Las Vegas, el piloto madrileño está enfadado por la indefensión que sintió entonces. No es que el equipo no luchase para revertir la sanción que le impusieron, es que directamente no hay mecanismos para poder llegar a un resultado favorable.
"Creo que es algo para analizar un poco este invierno, ver si de alguna manera u otra se podría haber llegado a un acuerdo por otro camino, pero si el reglamento no te deja... Ferrari puede luchar y debatir todo lo que quiera, que si un equipo pone una protesta, nunca va a ganar esa protesta porque el reglamento es el reglamento. Y luego pasa a la Corte Judicial y no sé qué, y no ganas, no hay manera. Le sigo guardando rencor a cómo se comportó la F1 conmigo y con Ferrari, pero sinceramente no veo solución al problema, salvo cambiar el reglamento y que se dé más poder a la FIA para tomar ese tipo de decisiones", sentencia.