El pasado fin de semana fue uno de los más felices para Carlos Sainz desde que es piloto de Fórmula 1, ya que consiguió una victoria de muchísimo nivel en el Gran Premio de México, donde se impuso con mucha superioridad en uno de sus grandes momentos desde que es piloto de Ferrari. Sin embargo, en Brasil ha vuelto a la dura realidad, pues no le ha salido nada. Tras irse contra las protecciones en una clasificación durísima, donde la lluvia fue la protagonista, en la carrera no le fue mucho mejor, y tras salir desde el pitlane no pudo encontrar su ritmo y finalmente acabó de la misma manera, estrellado tras forzar en exceso.
Tras todos los problemas, apenas acabó la carrera reconoció ante los micrófonos que fue un domingo "para olvidar", y aprovechó para pedir perdón a su equipo, que tuvo que trabajar más de la cuenta para arreglar su monoplaza dos veces, debido a que por la lluvia del sábado, la qualy y la carrera se celebraron con apenas unas horas de diferencia. Pero a la vez reconoció que uno de sus grandes debes esta campaña, en la que ya lleva dos triunfos y está siendo muy importante para luchar por el título de equipos, es el de las carreras en agua.
Cuando analizó su desempeñó reconoció que no es un problema de Interlagos, pese a que no tuvo "el feeling adecuado" con su Ferrari, si no que es algo que viene de lejos, ya que este año ha "sufrido con este coche en mojado". Y por eso, cuando buscó un punto más de riesgo lo pagó caro. "Intenté apretar y asumir riesgos para ganar posiciones, pero obviamente, resultó infructuoso". Lo que duele aún más sabiendo que en una carrera como esta en caso de estar cerca de la cabeza tenía una oportunidad de oro para rascar muchos puntos e incluso, soñar con otro podio.
Y es que el objetivo es ese, aprovechar las tres carreras que le quedan en Ferrari para poder ampliar su palmarés, antes de que el año que viene esté en el asiento de un Williams, donde casi con total seguridad, pelear por los puestos de honor será la excepción y no la norma. Por eso mismo, ya está centrado en su próxima carrera. "Es un domingo duro de digerir, pero pasaremos página cuanto antes, y resetearemos todo antes de Las Vegas". El Gran Premio de la ciudad de Nevada, el antepenúltimo de la campaña, no tendrá lugar hasta dentro de tres semanas, el próximo 24 de noviembre.