"No quiero pensar en nada más que en cómo darlo todo esta temporada para Ferrari. Estoy tranquilo. Ya estamos trabajando en el futuro. Sabemos que tenemos ante nosotros una temporada muy importante. Éste será mi último año en Ferrari, con lo que quiero hacerlo lo mejor posible", decía Carlos Sainz ante las cámaras de Sky Sport para valorar cómo afronta el arranque de año tras la inesperada llegada de Lewis Hamilton, que le obligará a salir la próxima temporada.
El piloto madrileño se lo ha tomado, al menos de puertas hacia afuera, de forma profesional y tranquila, ha asumido la decisión de Ferrari, ante la que no puede hacer nada, y ha empezado a trabajar para atar su futuro y seguir ligado a la Fórmula 1.
Pero, sin embargo, todo es muy diferente en el otro lado del box. Hace tan sólo unas semanas, Ferrari anunciaba la renovación de Charles Leclerc con un contrato multianual que podría extenderse hasta 2029. Era la confirmación de la confianza en el piloto monegasco, que esperaba también la continuidad de Carlos Sainz. No sólo porque no haya mala relación entre pilotos, sino porque esa renovación le 'asignaba' el papel de número uno del equipo. Pero todo ha cambiado con la llegada del siete veces campeón Lewis Hamilton. El inglés, aunque no se han dado las cifras, pasará a ser el piloto mejor pagado y querrá ser él el número uno en la 'scuderia'.
Según publica hoy el diario 'Corriere dello Sport', tanto Leclerc como su entorno están "conmocionados y decepcionados por la decisión de Ferrari", aunque no lo hayan transmitido oficialmente. El piloto monegasco sabe cómo se las gasta Hamilton con sus compañeros de equipo y conoce ya que no va a tener una vida tranquila a partir de la temporada 2025. Según este mismo medio, Leclerc "no tenían idea de lo que estaba a punto de suceder" y no ha opinado ni mostrado su malestar "para no revelar signos de debilidad".
La tensión se va a vivir en Ferrari y no sólo ya por la presencia de un Carlos Sainz que no va a seguir y que va a estar más enfocado a hacer los mejores resultados posibles, por encima de la labor de equipo de años anteriores; sino también por un Charles Leclerc que se siente engañado y que ahora piensa muy diferente a cuando firmó su renovación hace menos de un mes.
Y todo esto se une a la locura desatada por el puesto de Hamilton en Mercedes, que entre otros, implica a Carlos Sainz. Y el lío de Horner en Red Bull que también puede arrastrar a Newey. La temporada de Fórmula 1 aún no ha empezado, pero se prevé un año interesante. Y casi más en los despachos que en la pista...