Red Bull consiguió este domingo el título de campeón de constructores de Fórmula 1 gracias al decimotercer triunfo de Max Verstappen esta temporada y al cuarto puesto del mexicano Sergio 'Checo' Pérez en el Gran Premio de Estados Unidos. La escudería de la bebida energética no ganaba el título de constructores desde 2013, siendo este título el mejor homenaje para el fundador del equipo Red Bull y propietario de la escudería, el empresario austríaco Dietrich Mateschitz, que falleció el sábado. Son ya cinco los campeonatos de constructores de Red Bull.
El piloto español de Ferrari, Carlos Sainz, que salía en primera posición desde la pole, tuvo que abandonar en la primera vuelta tras haber recibido el impacto del monoplaza de George Russell (Mercedes), en un infortunio más de todos los que lleva Sainz esta temporada. Por su parte, Fernando Alonso volvió a dar un recital a los mandos de su Alpine, pese a que también tuvo un choque con el que será su compañero de equipo la próxima temporada, el canadiense Lance Stroll (Aston Martin), que, por suerte, quedó en un susto para el asturiano, quien pudo continuar en pista y acabar en séptima posición.
Max Verstappen igualó en Estados Unidos el récord de victorias en una temporada que tienen Michael Schumacher y Sebastian Vettel. Ni siquiera una pésima parada de su equipo (11.1 segundos) cuando se defendía de un 'undercut' del batallador Lewis Hamilton pudo quitarle el triunfo al piloto holandés.
Para lograrlo, tuvo que superar primero al monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y, después, al siete veces campeón del mundo, que intentaba estrenar su casillero de triunfos este año, esa cita con la victoria a la que nunca ha faltado desde que llegó a la Fórmula 1 y que esta vez se le resiste.
El de Mercedes perdió el liderato en la vuelta 50 de las 56 al Circuito de las Américas de Austin (Texas) y Verstappen pudo rendir el mejor homenaje posible a Mateschitz.
Hamilton fue segundo, Leclerc completó el podio y 'Checo' Pérez acabó por delante de George Russell, quinto.
Fernando Alonso firmó una carrera de resistencia, de lucha, de las que le gustan al piloto asturiano, estando muy cerca del sexto puesto, el primero de la otra liga, en un apretado final de carrera, el cual corrió sin un retrovisor y en el que el piloto británico de McLaren, Lando Norris, acabó adelantándole.