Adrián Mosquera, Adrián Castaño e Inés Felipe consiguieron la clasificación para Tokio durante la Copa del Mundo de Piragüismo celebrada entre el 12 y el 16 de mayo en Szeged (Hungría) y que otorgaba plazas para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de este verano. Además, Mosquera se colgó el oro e Higinio Rivero, que ya tenía el billete a Japón, logró un bronce en una jornada en la que el sevillano Javier Reja se quedó a las puertas de hacer historia.
En la final de VL3, la de los piragüistas en canoa o Va’a con menor discapacidad, participaron dos españoles: el gallego Adrián Mosquera y el sevillano Javier Reja. Sólo uno podía conseguir el pase para los Juegos, ya que no se permite la participación de más de un representante por país y prueba. Y fue Mosquera quien lo logró de forma indiscutible, al hacerse con la medalla de oro (52”53). Reja, por su parte, concluyó octavo (54”89).
El sevillano sí estará en la modalidad de remo después de que hace un mes venciera en la Regata Clasificatoria Europea y consiguiera su billete a los Juegos Paralímpicos, pero no podrá hacer el histórico doblete que pretendía en remo y piragüismo.
Un día antes, el balear Adrián Castaño obtuvo el billete a Tokio en KL1, la clase para los palistas con mayor discapacidad que compiten en Kayak. El deportista del Náutico de Palma no pudo acceder a la final tras quedar cuarto en la semifinal, pero su noveno puesto en la clasificación definitiva sí le aseguró su presencia en los Juegos.
La última en obtener la plaza fue la extremeña Inés Felipe, que se convertirá en la primera mujer española que participa en las pruebas de piragüismo de unos Juegos Paralímpicos. La de Olivenza terminó sexta en la final de KL2, con un tiempo de 1’01”41.
Por otro lado, el bilbaíno Higinio Rivero, que ya había logrado la clasificación paralímpica en el Mundial de 2019, se colgó una medalla de bronce en la prueba de VL2. Con un tiempo de 57”43, Rivero sólo fue superado por el brasileño Fernando Rufino de Paulo (54”28) y por el portugués Norberto Mourao (56”26).
Y el extremeño Juan Antonio Valle, también clasificado para los Juegos desde hace dos años, se metió directamente en la final de KL3 con el mejor crono de su serie pero se quedó a escasas 9 centésimas de la medalla de bronce, con un cuarto puesto definitivo (42”48).
La única representante de la Real Federación Española de Piragüismo que no logró el objetivo fue la catalana Silvia Elvira, que quedó octava de su serie en la prueba femenina de KL3 y no pudo acceder a la lucha por las medallas.
Se trata de un hito histórico de este deporte, que debutó en Río 2016 con un único representante nacional y ahora contará con cinco. Las competiciones de piragüismo para personas con discapacidad sólo incluyen la modalidad de sprint y se practican en dos tipos de embarcaciones individuales: el kayak y la canoa (va’a), siempre sobre distancias de 200 metros.
Esta disciplina la practican hombres y mujeres con discapacidad en el tronco y/o en alguna extremidad inferior, divididos en tres clases: KL1, KL2 y KL3 para el kayak y VL1, VL2 y VL3 para la canoa, siempre organizados de mayor a menor afectación.
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