La cabeza de
Monchi procesa. A la espera del nuevo
Sevilla 3.0, en el que la tecnología se imponga al proceso mental humano, los sevillistas cuentan las horas y cruzan los dedos convencidos de que
Monchi va a acertar en la elección del nuevo entrenador. Está por ver si el 'Big Data' en su máxima expresión es capaz de superar el último punto final que encuentra quien está acostumbrado a manejar situaciones, contextos, emociones, intuiciones... imposibles de instalar en la vara de medir de una máquina que ni siente ni padece.
El identikit -retrato robot- del entrenador está en el cerebro de
Monchi y
José María Cruz lo ha resumido en tres parámetros objetivos, que después serán o no serán, pues ya dictará la divina providencia del de San Fernando. Que conozca
LaLiga, el idioma y que dé resultados. Metidos los tres puntales en la coctelera, se reducen los mil candidatos y se estrecha el cerco.
'La decisión de Monchi' daría para un documental al estilo
Antoine Griezmann. Grabado por alguna productora gaditana con raíces carnavalescas le daría, sin duda, más gracia y emoción que la productora de Piqué.
¿Bordalás o Javi Gracia? Goles a favor de sus equipos, goles en contra, estilo de juego, dibujo preferido, títulos obtenidos, porcentaje de victorias, métodos de entrenamiento, manejo de crisis, relación con la prensa, imagen que proyecta, empatía con aficionados y dirigentes, disposición a los cambios, nivel de autoexigencia, autocrítico o adicto a las excusas...
Monchi maquinando y los sevillistas esperando 'La decisión'. Para grabarlo y emitirlo en prime time.