Líneas maestras de la 'Era Serra Ferrer'

Joaquín AdornaJoaquín Adorna
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Líneas maestras de la 'Era Serra Ferrer'
- Joaquín Adorna (@JoaquinAdornaED)
Se le acabará juzgando por sus hechos, no por sus palabras, pero al menos en su presentación como vicepresidente deportivo del Betis, Serra Ferrer ha centrado el tiro y ha expuesto, con claridad y coherencia, las líneas maestras de su proyecto. Apunta, por fin, a lo deportivo, a crear un equipo con jugadores de talento que sean capaces de elevar el rendimiento del Betis. Lo tiene fácil, desde luego.

En la gestión del club, con tanto hombre de empresa, Serra ve a una entidad vanguardista que, sin embargo, va acumulando fracasos deportivos. En lo aparente, en lo superfluo, en lo intrascendente el Betis entra por los ojos, pero en el interior de la bonita fachada se han escondido demasiadas carencias manejando el corazón del club: el fútbol.

Serra va a acaparar el poder en todas las decisiones deportivas. Torrecilla queda en una posición incómoda, pero tendrá que someterse al control de su nuevo jefe y sintonizar con quien está llamado a imponer un nuevo criterio. Serra sabe qué perfil de entrenador necesita el Betis. Con conocimientos -también de la entidad-, autoexigente y que le guste el buen trato del balón, porque "aunque el bético es sufrido, le gusta el arte".

También apuesta por la cantera. Va a tratar de imponer un estilo en el fútbol formativo acorde al sentir de la afición y quiere protagonismo para el futbolista de la casa, inyectándoles un plus competitivo. Estuvo viendo al filial que dirige José Juan Romero, que ya está en la rampa de salida para volver a la Segunda división B -se enfrenta al Lorca en el ´Play Off´ de ascenso-, la categoría mínima que se le debe exigir a un club de elite. Y pudo comprobar ante el Atlético la parte prueba empírica de su teoría: un canterano, Dani Ceballos, está dos o tres escalones por encima del resto. Ceballos tiene ese talento, esa chispa y ese pellizco -también lo lleva dentro Joaquín- que tanto gusta a la afición del Betis.

Rigor y más exigencia en todas las parcelas para mejorar lo que hay, y valentía para cambiar las que no funcionan. Comienza la ´Era Serra´. Llega de forma improvisada y con fines electoralistas, pero les honra a Haro y a Catalán reconocer sus carencias en la parcela deportiva y ceder el poder a un mito viviente que triunfó como entrenador, y que buscará finales y títulos desde el despacho.