Ritmo lento, pero seguro. Una temporada con decepción copera y sin grandes sobresaltos porque hay cuatro equipos hundidos en la clasificación (Leganés, Sporting, Granada -rival el próximo viernes- y el colista Osasuna) que no están para competir con dignidad en Primera.
Víctor ha mejorado los números en defensa, una base importante para crecer. Tras un arranque dubitativo con el nuevo técnico, 3 goles encajados ante el Eibar y otros 3 frente al Celta, el
Betis echó el cerrojo. Otros 8 partidos y tan sólo 3 tantos recibidos (Alavés, Atlético y Barça). Los números destapan la fortaleza defensiva de la que carecía con Poyet. De hecho, 22 de los 31 goles encajados en esta Liga los recibió con el uruguayo al frente. Pese al lastre heredado, es el décimo conjunto menos goleado, 31 tantos, los mismos con los que la Real Sociedad ocupa la quinta plaza.
Sin embargo, todo haz tiene su envés. El del Betis, su acierto goleador. Sólo el Leganés (15) y el Granada (17) han marcado menos que el Betis y el Alavés (21). Víctor tendrá que asumir riesgos tácticos para que a los goles de
Rubén (8),
Joaquín y
Alegría (3)... se sumen los de
Sanabria (1) o los de la segunda línea que aún no ha visto puerta:
Ceballos,
Petros,
Jonas Martin,
Donk,
Brasanac,
Nahuel...
Riesgos para aparcar la indefinición que ni mata ni emociona a una afición con ganas de salir de la tierra de nadie.