Álvaro Palomo3 min lecturaTras un excelente comienzo de temporada, el Real Zaragoza experimentó una involución que le costó el puesto a Fran Escribà y que no ha conseguido frenar Julio Velázquez, como refleja que marcha decimocuarto y se ha alejado considerablemente de los puestos de 'play off' tras tres jornadas sin ganar.
Por ello, el club maño ha decidido lanzar al mercado para apuntalar varias líneas y tratar de conseguir una reacción que le conduzca a pelear por los puestos cabeceros. El director deportivo, Juan Carlos Cordero, trabaja a destajo para potenciar demarcaciones en concreto como la delantera y el lateral izquierdo. Para el primero tanteó sin éxito a Karrikaburu y Asier Villalibre, y ahora ha centrado su punto de mira en el Choco Lozano, que saldrá del Getafe en enero.
Una vez reforzada la portería con la cesión de Edgar Badía, la delantera es la prioridad para los blanquillos en enero, pero también les urge la incorporación de un hombre de banda izquierda ante la lesión de Nieto, que se pierde lo que resta de curso, y los problemas físicos que arrastra Lecoeuche.
En su rastreo del mercado de laterales izquierdos que cuadren en el margen económico del Zaragoza, se ha decantado por una opción que le encaja a la perfección tanto a nivel deportivo como financiero, pues supondría un desembolso irrisorio para las arcas mañas.
En este sentido, se ha fijado en José Salinas, carrilero de solo 23 años que milita actualmente en el Elche, por lo que el Zaragoza podría pescar por segunda vez en el Martínez Valero tras fichar a Badía. Igualmente, llegaría en condición de cedido hasta final de temporada al no disfrutar de protagonismo a las órdenes de Sebastián Beccacece.
Comenzó con protagonismo, pues fue titular en tres de los primeros cinco partidos para después desaparecer prácticamente de los planes del entrenador, hasta el punto de que, a partir de ahí, únicamente ha jugado 61 minutos en segunda, quedándose sin jugar en un total de 13 encuentros.
Formado en la cantera del Elche, no sería la primera cesión para José Salinas, pues ya salió a préstamo la campaña pasada con rumbo al Mirandés, en el que firmó un gran curso en el que lo jugó prácticamente todo. No en vano, acumuló un total de 3.682 minutos repartidos en 41 partidos y fue titular indiscutible. Concluyó el curso con un magnífico saldo de dos goles y cuatro asistencias. Cordero tiene apuntado su nombre desde entonces.