Alvaro Arenillas4 min lecturaRCD Espanyol y Deportivo Alavés lo tienen claro, pero no por ello más cerca. Ambos equipos llevan meses tras los pasos de un fichaje que apunta a ser tan interesante en el presente como en el futuro; sin embargo, si no suben sus respectivas pujas tendrán imposible conseguirlo. ¿De quién hablamos? De Alejandro Francés.
El futbolista del Real Zaragoza (e internacional con España en categorías inferiores), es a sus 21 años una de esas piezas que muchos ven como una inversión segura, casi diríamos que como una oportunidad de mercado. El hecho de que termine contrato con los maños el 30 de junio de 2025 –es decir, en un año–, hace que la escuadra aragonesa se vea abocada a venderlo, ya que por ahora los intentos de cerrar una renovación no han llegado a buen puerto. Entonces... ¿por qué da calabazas a estos dos pretendientes? Pues por el precio.
Según informa El Periódico de Aragón, los blanquillos están decididos a apurar todo lo que puedan para conseguir que la venta de su futbolista alcance los seis millones de euros, cantidad a la que no llegan catalanes ni vascos. Y no sólo eso, es que ni siquiera se acercan. El Espanyol por ejemplo no ha pasado de poner sobre la mesa una propuesta de dos millones de euros por el 50 por ciento del pase, algo a lo que el Zaragoza ha respondido asegurando que esperará mejores ofertas.
En La Romareda quieren hacer caja, pero no son inflexibles en cuanto al pago. Así, están abiertos a que en esos seis kilos se incluyan variables, por lo que el pago fijo sería inferior. En cualquier caso, parece complicado que los dos interesados puedan llegar a tales cifras, más teniendo en cuenta que en poco más de cinco meses el central será plenamente libre para negociar y firmar con el equipo que desee.
Virando ahora hacia Vitoria, lo cierto es que la oferta del Alavés sería en estos momentos muy similar a la del Espanyol, por lo que no se vislumbra un pronto entendimiento entre las partes. ¿Las subirán? No lo parece. El tiempo corre en contra de un Zaragoza. Si bien en verano de 2023 le convencieron de continuar en el equipo, ahora el futbolista espera que se cumpla la segunda parte del trato, esa que estipulaba que este verano sí le dejarían salir tras renunciar el curso pasado a algunas opciones para llegar a un equipo de Primera división.
"Quiere mejorar y estamos abiertos a escuchar ofertas por su valor y no por menos. A día de hoy no hay nada convincente para trasladar a la propiedad para que lo valoren. Si no llega nada, abordaremos su renovación", señalaba hace poco Juan Carlos Cordero, director deportivo del Real Zaragoza.
El ejecutivo habla claro, pero está muy por ver que pueda cumplir su objetivo. En el equipo tienen prácticamente claro que el jugador rechazará la ampliación de contrato que pretenden proponerle por cuatro temporadas. Llegados a ese punto, deberán decidir entre apretar o conformarse con lo que le ofrecen.