Christian Mosquera continuará en el Valencia CF, pero lo hará después de pactar su venta. Así es. Según informa SER Deportivos Valencia, en el club tienen claro que es una prioridad renovar el contrato del canterano –y así será–. Sin embargo, la ampliación del acuerdo entre las partes será fruto de una negociación en la que se pondrá un precio asequible para que pueda salir en cualquiera de los siguientes mercados. Obviamente no es deseo del club, pero sí del jugador.
Dando un enorme paso al frente en la campaña 2023-24 –fueron 36 partidos en LaLiga EA Sports–, y consolidándose en el inicio de la actual, la 2024-25, el central alicantino de 20 años se ha convertido en una pieza subrayada en rojo por muchos clubes punteros, algo que no ha pasado desapercibido para el Valencia ni para el jugador, quienes están en camino de llegar a un entendimiento que, en principio, beneficie a ambas partes.
Según explica el citado medio, el jugador, quien concluye contrato actualmente el 30 de junio de 2026, estaría dispuesto a negociar su continuidad si el precio de su salida se fija en una cantidad que no supere los 25 millones de euros; es decir, un precio fácilmente asumible por los grandes de Europa y que, a su vez, permita un ingreso importante al Valencia.
Si bien aún no hay nada firmado y la mencionada cifra podría variar, lo que está claro que el Valencia ha aceptado la contraprestación de pactar el precio de la marcha de su activo a cambio de asegurárselo durante más años. ¿Sería un acierto? Quizás. Según Transfermark el zaguero está valorado en estos momentos en 30 millones de euros, por lo que existe la posibilidad de que en un corto periodo de tiempo el coste de su fichaje se dispare. Por tanto, todo depende de si el club quiere venderlo pronto –no tendría sentido renovar– o si quiere contar con él a largo plazo.
Cuando Mosquera renovó su contrato de manera automática en el mes de febrero, algo que llegó al disputar una cantidad de partidos, la cláusula de rescisión del defensa ya quedó fijada en 25 millones de euros, si bien tal cantidad iría creciendo mercado a mercado. Es quizás este último punto el que no convencería al jugador, que vería como poco a poco su fichaje se encarece. Lo dicho: ambos buscan el mayor beneficio pactando la venta.