Rubén Baraja quiere echar el freno al mercado, pero está complicado que lo consiga. Mientras se cierran los últimos flecos de la venta de Giorgi Mamardashvili al Liverpool, en el Valencia CF son conscientes de que se puede dar otras salidas, ya que está siendo el propio Jorge Mendes quien está moviendo a sus representados; es decir, Thierry Correia y André Almeida.
Empezando por Correia, este habría dado el visto bueno al interés del Nápoles a la espera de que hagan una oferta formal. Tras cinco años en Mestalla no ve con malos ojos cambiar de equipo, si bien es cierto que a la entidad che le complicaría enormemente los últimos días de mercado. En cuanto a Almeida, su adiós se está fraguando de motu proprio. Sin que haya oferta alguna por él, Mendes se ha puesto manos a la obra y no sorprendería que llegase una oferta superior a los 10 millones de euros, cantidad a partir de la cual el Valencia se plantearía seriamente su traspaso; informa Nacho Sanchís de Relevo.
Como decimos, el medio no tiene una propuesta firme de ningún equipo, pero tanto Benfica como Wolverhampton se estarían planteando presentar una propuesta a la escuadra valenciana para sacarlo de manera casi inmediata.
Lo que es seguro a estas alturas es que a los de Turia no les cogería a contrapie. Habiendo hecho gestiones en previsión de algún adiós inesperado –éste ya no lo es tanto–, la dirección deportiva habría tomado posiciones para hacerse con los servicios de Gonzalo Villar, quien con casi total seguridad llegaría a través de una cesión con opción de compra. En el club saben ya que el medio estaría dispuesto a bajarse notablemente la ficha para jugar con ellos, por lo que lo ven como una operación redonda.
Aunque el futbolista del Granada está en la pole, tampoco se puede perder de vista a Pablo Martínez. El ahora jugador del Levante UD estaba en la lista de refuerzos cuando se daba casi por hecho que Javi Guerra saldría al Atlético de Madrid. Tal baja no se dio finalmente, pero el ex valencianista sigue gustando mucho para reforzar el centro del campo. En cualquier caso, el club dejaría en manos de Rubén Baraja el nombre del futbolista que finalmente se incorporase a la plantilla; y es que lo que no contempla el técnico es que una salida no estuviese acompañada de una entrada.
"Sin duda, que si un jugador se va, vendrá otro a sustituirlo. Consideramos que es fundamental para completar una plantilla de 20 jugadores, más tres porteros y Diakha que está en la recuperación de la lesión. Esto es lo normal, lo que espero en el cierre de mercado Si un jugador sale, que venga otro a sustituirlo", asevera.