Ha dejado una imagen ya para la historia de las entradas 'criminales' sobre un terreno de juego y ha alimentado más el debate ya existente sobre Vinicius y sus provocaciones en el mismo. Gabriel Paulista perdió todos los papeles en el encuentro del pasado jueves frente al Real Madrid y ahora está tratando de buscar una salida cordial con todos.
Tras conocer su sanción, dos partidos, el jugador valencianista está intentando buscar atenuantes. Pero las imágenes hablan por sí solas y su rostro de agresividad le delata en dicha falta.
Pero al menos, ha tardado menos de veinticuatro horas en arrepentirse y ha utilizado su cuenta de Instagram para explicar qué fue lo que le llevó a realizar semejante acto de violencia y para disculparse a través de un comunicado que reza lo siguiente: "Acepto la crítica y la tarjeta roja, no estoy orgulloso. Soy un jugador contundente, pero noble. Respeto a Vinicius y no fue nunca mi intención hacerle daño. Estamos sufriendo mucho en este gran club, viviendo una situación muy difícil y los sentimientos están a flor de piel. A veces resulta difícil controlar los nervios. No los controlé y pido disculpas de corazón. Lo siento afición. Vamos a seguir peleando hasta el final por revertir esta situación. Que nadie dude de nosotros".
El colegiado del encuentro, Alberola Rojas, no dudó en mostrar la tarjeta roja directa al futbolista del Valencia y en el acta expuso lo siguiente: "En el minuto 72 el jugador Armando De Abreu, Gabriel fue expulsado por el siguiente motivo: Dar una patada a un adversario sin opción de disputar el balón, con uso de fuerza excesiva".
Y con esa redacción y ese "sin opción de disputar el balón" al brasileño le han caído dos partidos según el artículo 121 del Código Disciplinario de la RFEF, que no admite interpretaciones: "En aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el/la futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos".
Mientras tanto, Salvador González 'Voro', entrenador interino del Valencia, aseguró que a Gabriel Paulista se "le fue la pinza fruto de la impotencia y el nerviosismo", al tiempo que ha manifestado que "no se puede volver a producir".
No obstante, el técnico albinegro también ha querido argumentar públicamente la acción de su futbolista: "Siento impotencia. Veo una acción en la que entra a destiempo. Yo también he sido jugador y hay momentos en los que sientes eso y tienes que parar. Se le ha ido un poco la cabeza fruto de la impotencia, el resultado... En el terreno de juego suben las revoluciones y todo el mundo se tiene que controlar. Ha cometido un error".