Si de algo puede presumir Pepe Mel a lo largo de su carrera es de no mirar el DNI de sus futbolistas. Al madrileño no le pesa tirar de jóvenes canteranos si estos demuestran que merecen un sitio en la primera plantilla y así lo volvió de dejar patente en su debut como técnico del Almería el fin de semana pasado. El preparador indálico dio la alternativa a Marcos Peña, canterano del Almería, que todavía no había debutado en esta temporada pese a pasar por el banquillo dos entrenadores antes como Vicente Moreno y Gaizka Garitano. El joven centrocampista almeriense, de 19 años, jugó 59 minutos antes de dejar su sitio a Gonzalo Melero en el tramo final del choque y esta sin duda fue una de las grandes noticias del encuentro, además del primer triunfo liguero.
Antes de que Mel cumpliera su promesa y le diera a sus jugadores tres días de descanso por el triunfo en Las Palmas de Gran Canaria, Marcos Peña se sentaba en la sala de prensa del Power Horse Stadium para hablar sobre su debut y dejar sus impresiones pues hace tan sólo un año formaba parte de la plantilla del Juvenil A del Almería. "Es por lo que trabajas desde que empiezas en este deporte. No me hubiera imaginado que un año después de aquello estuviese debutando en Primera porque aún soy muy joven, pero estoy muy contento", reconocía el mediocentro.
Preguntado sobre cómo fue esa conversación con Pepe Mel donde le dice que va a jugar, Peña desveló: "Yo con el míster hablé el sábado, el día antes del partido. Me dijo que iba a ir convocado y me preguntó que si estaba preparado, que como me veía yo y que se estaba planteando ponerme de inicio. Pero hasta la mañana del partido yo no sabía con seguridad que iba a jugar. Tenía algo de nervios, pero no me costó dormir".
También habló Marcos Peña sobre su objetivo ahora que ha cumplido el del debut con el Almería. "Mantenerme en Primera División necesita mucha constancia, mucho trabajo y yo sé que necesito seguir mejorando y aprendiendo, lo tengo bastante claro", explicó el futbolista, que respondió a más cuestiones.
"La he visto más de una vez porque después he visto algún corte del partido y me resbalo en esa jugada y lo único que pienso es en levantarme rápido porque si no seguramente iba a salir en primer plano. Fue casi un acto reflejo".
"Mis padres estaban más nerviosos que yo antes del partido. Cuando llegué a casa me dieron un abrazo, ellos también llevan mucho sacrificio para que yo haya llegado hasta aquí y estaban muy contentos. No hemos podido celebrarlo comiendo fuera todavía porque trabajan, pero este finde cuando se pueda, iremos seguro".
"Me sentí cómodo, no me sentí superado en ningún momento. Lo que nos pidió el míster fue que presionásemos arriba, una presión a pares y yo en ese tipo de presión la verdad es que me siento muy cómodo, más que teniendo que correr hacia detrás. Es una alegría inmensa y también la satisfacción de ver que el trabajo de todos estos años da sus frutos. En el momento no tenía palabras para describirlo porque tienes que vivirlo para poder saber lo que es".
"Ahora mismo a corto plazo voy a seguir trabajando en lo que me pida el míster, cuando me necesite y lo que necesite. A largo plazo yo quiero jugar aquí, ya lo he dicho en más de una ocasión".
"Todavía no lo he visto en persona, pero sí que he hablado con él. Le estoy muy agradecido y ya se lo dije. Él fue el que me trajo aquí, me ha ido poniendo y sin él yo no hubiera llegado a donde estoy. Yo me acuerdo de esas cosas y también se lo dije a él".
"Siempre me he fijado mucho en Casemiro y en Busquets. Esos dos jugadores son los que más he tenido como ídolos en esa posición".