Reza el dicho que 'a perro flaco todos son pulgas' y en la Unión Deportiva Almería se cumple a rajatabla, porque a Gaizka Garitano se le acumulan los problemas y la situación es completamente límite. Y es que ha comenzado el año como terminó el anterior, con derrota y pésimas sensaciones que ya convierten en un auténtico milagro salvar la categoría.
Por si fuera poco, en el primer entrenamiento de la semana, el equipo almeriense ha sufrido un doble percance en forma de lesiones que agrava más si cabe la complicada tesitura de los indálicos. En este sentido, tanto Marc Pubill como Arnau Puigmal abandonaron la sesión antes de tiempo por sufrir sendos golpes en el partidillo que se llevó a cabo durante la jornada.
El primero en marcharse del terreno de juego fue Arnau, que ahora mismo se encuentra en la rampa de salida con el Zaragoza como posible destino. Los maños están tratando de cerrar su cesión con una opción de compra, pero sus planes de futuro podrían paralizarse dependiendo de si sufre una lesión importante o no. Lo cierto es que se marchó de la sesión muy enfadado y con la mano en la parte anterior del muslo de la pierna derecha.
El lateral derecho Pubill, por su parte, sufrió un golpe en la rodilla que fue operada y también salió con gestos de mucho dolor y hasta tuvo que ser atendido en la hierba del Anexo del recinto deportivo de la Vega de Acá.
LaLiga EA Sports ha hecho públicas hoy sus denuncias a los distintos equipos cuyas aficiones se han pasado de la raya con sus cánticos en los últimos partidos. Y una de ellas ha ido a parar a las oficinas del Power Horse Stadium.
La misma versa sobre el encuentro disputado entre el Almería y el Mallorca el pasado 17 de diciembre en el feudo almeriense, en el que se denunciaron diversos cánticos de insultos hacia el colegiado, Pablo González Fuertes.
"En el minuto 83 de partido, aficionados locales, ubicados en los diferentes graderíos del estadio, motivo por el cual no se puede precisar un número aproximado, entonaron de forma coral y coordinada, durante aproximadamente diez segundos, el cántico, "hijo de puta, hijo de puta", dirigido al árbitro tras anular una acción del juego que finalizaba en gol local", reza la denuncia.
Asimismo, la misma señala que "en el minuto 84 de partido, y según se reflejó también posteriormente en el acta arbitral, el árbitro del partido solicitó al delegado local que retirase del perímetro del terreno de juego a todos los recogepelotas, debido a que uno de ellos les estaba profiriendo insultos".