Manuel Pedrero3 min lecturaEl mítico e inconfundible director de cine, actor y comediante Woody Allen ha aprovechado su estancia en la ciudad de Venecia para repasar la actualidad del mundo de la gran pantalla y los temas del momento. Temas como el 'caso Rubiales' que ha dado la vuelta al mundo y del que todos hablan. El neoyorquino ha sorprendido en sus declaraciones defendiendo al expresidente de la RFEF: "Es difícil imaginar que una persona pueda perder su trabajo por dar un beso en público", dijo.
En estos días tiene lugar el Festival de Venecia. Y hasta la ciudad italiana se ha desplazado Woody Allen para presentar su nuevo largometraje: 'Golpe de Suerte'. Un 'film' con el que llega a su película número 50 de su prolífica carrera. En una entrevista concedida al diario El Mundo, el cineasta fue preguntado por Luis Rubiales y su polémico comportamiento durante el acto de premios en la final del Mundial que encumbró al éxito a la selección femenina de fútbol. Su beso con Jenni Hermoso acaparó las miradas del mundo. Allen dio su opinión sobre el 'pico': "El beso a la futbolista estuvo mal, pero no quemó un colegio. Él tiene el deber de pedir disculpas y seguir adelante".
Y fue más allá: "Lo primero que pensé es que no se escondieron, ni la besó en un callejón oscuro. No la estaba violando, era sólo un beso y era una amiga. ¿Qué hay de malo en eso? En la primera información no sabíamos si la mujer se apartó y le dijo: «No hagas eso»... En cualquier caso, es difícil entender que una persona pueda perder su trabajo y ser penalizada de esa manera por dar un beso a alguien", dijo en defensa de Rubiales.
Por último, también añadió: "No la estaba besando en su despacho con la puerta cerrada ni nada parecido donde ella estuviera amenazada. Fue claramente a la vista de todos y ella no estaba en peligro. Pero claro, ella tiene todo el derecho a dejar claro que no quiere, y él tiene el deber de pedir disculpas y de asegurar que no lo volverá a hacer. Y hecho eso, seguir los dos adelante", concluyó.
Hay que recordar que Woody Allen fue acusado en 1992 de abusar sexualmente de Dylan Farrow, su hijastra. En un momento en el que ella era menor de edad. El director de cine siempre sostuvo que se trataba de una falacia de su expareja para desprestigiarle en pleno proceso de divorcio. Nunca fue procesado por ello.