La delantera del Sevilla ha estado en el punto de mira durante todo el verano. Rafa Mir estuvo en el mercado desde el principio y sólo la tardanza del Valencia en llegar a los que el Sevilla podría aceptar frustró su salida, como también ocurrió en el caso del Milan, que llegó muy tarde. En-Nesyri fue tentado por la Premier, por los principales clubes italianos y también se le relacionó con Arabia Saudí.
Y, sin embargo, pese a que podía cambiar entera, no fue la posición para la que más jugadores se le relacionaron o de los que se supo que el equipo de Nervión había contactado. Sin duda, tenía otras prioridades, como quedó claro en el orden que impuso de llegadas. Mariano Díaz aterrizó el último día y, eso, tras indicar Mendilibar las carencias de las primeras jornadas.
Entre medias, no obstante, hubo contactos, seguimientos y tanteos, que no llegaron a nada. Y aunque no salieron todos los que fueron, sí algunos nombres. El más importante de la etapa previa al verano, el mexicano Santiago Giménez, quedó pronto descartado por su explosión con el Feyenoord, que le hizo subir su precio ante el interés de equipos de primera fila, sobre todo de la Premier League. su valor se ha triplicado desde que, en marzo, el Sevilla más insistía por él.
Luego llegaron los Vangelis Pavlidis, Thijs Dallinga o el eternamente vinculado Alfredo Morelos, aparte de un Lucas Boyé al que se quiso el año anterior y que siempre estaba ahí como opción si salía Rafa Mir o En-Nesyri.
Y aparte de ellos, también se supo que el Sevilla se metió en el fichaje del delantero de moda de LaLiga la pasada temporada: Taty Castellanos. El argentino, tras su gran año en el Girona, era uno de los jugadores más deseados. Su precio, en torno a los 15 millones.
West Ham y Sevilla estaban entre los más interesados. El Benfica, antes de fichar a Arthur Cabral, puso sus ojos en él. Y finalmente, la Lazio pagó esos 15 millones que pedía el City Group (New York City en su caso) y se marchó al conjunto romano.
Pero en la Lazio ha tardado mes y medio en ser titular, y lo ha hecho este fin de semana porque Maurizio Sarri ha rotado a Ciro Inmobile para que esté fresco en su partido de Champions ante el Celtic. Taty Castellanos, antes del partido del sábado en el que jugó 75 minutos, acumulaba sólo 52 minutos en la Serie A y aún no ha jugado en la Liga de Campeones.
Tiene un papel residual, en el que hay un delantero titular, Immobile, y él le dará el relevo cuando se acumulen partidos y en los minutos finales, con el rol de revulsivo. No es el papel de un delantero que gustó mucho en España y que en otros equipos habría tenido más protagonismo.