El primer paso en firme en el Sevilla en cuanto a bajas se refiere está a punto de producirse. Sólo faltan resolver unos flecos para que se haga oficial la primera salida del club nervionense de cara a la 2023-24. Y es que el equipo de trabajo que encabeza Víctor Orta y el Tenerife ya han llegado a un acuerdo para cerrar una nueva cesión de Kike Salas.
El canterano regresará al conjunto chicharrero pero esta vez con una opción de compra. Con contrato sevillista hasta junio de 2026, el zaguero volverá a tierras canarias a petición del nuevo cuerpo técnico del conjunto isleño comandado por Asier Garitano. El curso pasado, con el equipo blanquiazul dirigido por Luis Miguel Ramis, Kike Salas sólo disputó siete encuentros desde que aterrizara en el Heliodoro Rodríguez López en el mercado invernal.
A sus 21 años y tras debutar la pasada temporada de la mano de Julen Lopetegui con el primer equipo sevillista, con el que disputó diez partidos oficiales y en los que marcó un gol (ante el Celta), tanto el club como su agente creen que es oportuno que siga cogiendo experiencia en la Categoría de Plata, sobre todo, viendo cuál es el panorama en el equipo de Mendilibar.
Por ahora, el jugador aruncitano tiene por delante una nutrida defensa en la que figuran nombres como Marcao, Rekik, Nianzou, Badé y el recién llegado Gattoni. Incluso también Gudelj podría ser considerado como parte de su competencia directa, puesto que suele ser utilizado más en el eje de la zaga que en la medular.
De esta forma, su salida será la primera que lleve a cabo una nueva dirección deportiva que se ha visto con la obligación de buscarle acomodo casi a la totalidad de los 12 jugadores que han regresado de sus respectivas cesiones al plantel sevillista.
La principal duda con Kike Salas era si traspasarlo o volver a cederle, pero finalmente se ha optado por la segunda opción pero dándole prioridad al Tenerife en caso de querer hacerse con sus servicios para la 2024-25. En la entidad canaria siguen creyendo en sus cualidades técnicas y tácticas y en el Sevilla son conscientes de que el jugador no tiene sitio en un vestuario que necesita una mayor experiencia para poder rendir con garantías en las tres grandes competiciones en las que estará inmerso el próximo curso: Liga, Copa del Rey y Champions League.