El pasado domingo, el Rayo Vallecano lograba encadenar la mejor racha liguera a domicilio de su historia al sumar su sexto partido seguido sin perder. El empate ante el Getafe tal vez le pareciera poco, pero le permite mantenerse en la pelea por los puestos europeos con la segunda vuelta de LaLiga ya en marcha.
Con ese empate, el conjunto rayista suma 16 de los 33 puntos en juego como visitante, casi la mitad. Y también casi la mitad de los que lleva en el Estadio de Vallecas, pues también tiene un total de 33 puntos en su haber.
Su próximo rival será un Sevilla FC que estaría en posiciones de Champions si sólo contáramos los partidos jugados este año, en los que sólo ha perdido ante el Girona y el Barça, y suma cuatro victorias casetas. No obstante, el equipo de Sampaoli tiene en este 2023 su gran problema fuera de casa, con duras derrotas en sus dos últimas salidas, las antes mencionadas.
El equipo vallecano, sin otra competición a la que atender, lleva toda la semana preparando el choque del domingo y empieza a tener buenas noticias. Si el principio de semana parecía complicado que uno de sus hombres clave, el hispano-albanés Iván Balliu, estuviera ante el cuadro de Sampaoli, cada día que pasa gana fuerza la opción de que llegue.
El jugador catalán tuvo que ser sustituido en Getafe y se hizo temer una lesión mayor. Pero su participación en los entrenamientos de esta semana hace pensar que el domingo estará listo para jugar ante el Sevilla FC.
Quien también estará e, incluso, podría tener ya más minutos es Raúl de Tomás, quien en los dos últimos encuentros, una vez recuperado de la lesión que padecía, ha entrado en las segunas partes y ha dejado sin minutos al 'Tigre' Radamel Falcao.
En total, Raúl de Tomás suma 38 minutos repartidos en tres encuentros. Redebutó con el Rayo Vallecano en la derrota ante el Betis (1-2) y jugó los últimos instantes en el triunfo ante el Almería (2-0) y en el mencionado empate ante el Getafe (1-1). Aún le falta ritmo para ser el de antes, pero poco a poco irá ganando protagonismo.
El internacional español sonó mucho para el Sevilla el pasado verano, cuando forzó su salida del Espanyol, pero el equipo de Nervión se echó para atrás en esta opción y acabó trayendo a Dolberg a última hora, un error que ya solucionó en el pasado mercado invernal.