Aitor Torvisco6 min lecturaSuso Fernández está a tres meses de cumplir su cuarto año en el Sevilla FC, club por el que firmó en enero de 2020 y en el que la semana pasada conoció a su cuarto entrenador. Con Diego Alonso, el futbolista gaditano se ve obligado a volver a empezar. Después de llegar como petición expresa de Julen Lopetegui, que le mantuvo como fijo siempre que estuvo disponible; mantuvo un pulso con Jorge Sampaoli, quien le abrió de manera directa la puerta de salida hace justo un año; y empezó con pique en esta última etapa con José Luis Mendilibar, técnico que finalmente le dio confianza y continuidad a un jugador que a veces cae en la intermitencia pero que siempre acaba encontrando la manera de ser determinante. Suso tiene la llave y deberá usarla para abrir una enésima puerta.
Los datos de la empresa de Olocip sitúan a Suso como el segundo jugador de LaLiga EA Sports que más valor genera con sus pases exitosos, según la Inteligencia Artificial, con 2,03; muy cerca del primera clasificado, el centrocampista del FC Barcelona Frenkie de Jong, que tiene 2,04. Óscar de Marcos, lateral derecho del Athletic Club, completa el podio con 1,90. Aleix García, del Girona FC (1,78), y Aurelien Tchouameni, del Real Madrid (1,62) cierran el 'Top 5'.
Suso ha participado esta temporada en 10 de los 11 encuentros oficiales del Sevilla FC con Mendilibar, siete de ellas como titular, sumando un gol y una asistencia. Sólo se perdió la visita al CA Osasuna, por lesión, aunque en la final de la Supercopa de Europa contra el Manchester City sólo jugó un minuto, al salir justo antes de la tanda de penaltis. Luego, no lanzó y eso enfadó a Mendilibar. "Me equivoco yo al quitarle (a Lamela) porque si se hubiera quedado hasta el final, hubiese sido uno de los que hubiese tirado penalti. Pensaba que el que entraba en el partido (Suso) también podía tirar el penalti, no ha sido así y me he equivocado. No digo más", espetó el vasco en rueda de prensa.
Aquello no pasó de ahí y Suso ha seguido siendo uno de los fijos de 'Mendi', con el que acabó bien pese a no empezar con buen pie. El de Zaldívar, como ha demostrando utilizándole preferentemente como mediapunta, dejó caer a su llegada que no veía al '7' para jugar de extremo. "Mucho tendría que correr para jugar conmigo en banda", espetó, en una declaración en rueda de prensa que molestó al futbolista, que le pidió explicaciones como ambos reconocieron con posterioridad.
Pese a ello, fue un futbolista importante con Mendilibar en la recta final de la pasada temporada, obteniendo minutos en 14 de los 17 encuentros, con tres goles y tres asistencias. "No hablo más de Suso que se mosquea", soltó el veterano preparador con su característica flema, alegre de que sus palabras sirviesen para motivarle.
Mucho peor le fue con Jorge Sampaoli, que desde el principio se quejó de tener demasiados jugadores que la pedían al pie y envió varios darditos desde sala de prensa. Isco fue uno de los destinatarios que salió del club y si Suso no se marchó también en el pasado mercado invernal fue sólo por firme convicción. "Monchi habló conmigo para buscar una salida en enero y le dije que no me iba porque iba a durar más que Sampaoli y acabaría jugando", relató recientemente el jugador del Sevilla FC.
Y así fue, literalmente. Hoy, recuerda al argentino como "el peor entrenador" que ha tenido en toda su carrera. Por su parte, vio cumplida su predicción justo cuando empezaba a contar para el de Casilda como 'falso 9'. Fue a más tras el despido, acabó la 22/23 de titular y levantó su segundo trofeo de la Europa League.
La primera la conquistó nada más llegar, con Julen Lopetegui, quien de momento es el entrenador que más fuerte ha apostado por él en estos casi cuatro años en el Sevilla FC. En la 19/20, en sólo medio curso, acumuló 23 encuentros. En la 20/21, su primer curso completo tras ejercer el club una opción de compra que le situó entre las mayores inversiones de su historia, sumó otros 44 partidos oficiales. Y sólo desapareció por motivos físicos, como la larga lesión de tobillo que le mermó en la 21/22, en la que sólo pudo sumar 12 citas.
Ahora, con 132 encuentros (10 goles y 14 asistencias) como sevillista y tres experiencias totalmente distintas, con roles muy diferentes tantos en el campo como en el vestuario, Suso se ve obligado a volver a empezar con Diego Alonso, quien a priori pide a sus extremos que tiren diagonales para dejar los carriles libres a los laterales. Suso tiene la llave y tendrá que volver a echar mano de ella.