Si ya este jueves, durante la presentación de Nyland y Lukébakio, el presidente del Sevilla FC, José Castro, se mostró muy rotundo sobre la necesidad de que su homólogo en la RFEF, Luis Rubiales, presente la dimisión por su bochornosa actitud en la entrega de medallas a la selección española por su título de campeona del Mundo, ni un día ha tardado la entidad en emitir un comunicado tras la asamblea del máximo organismo del fútbol patrio en la que el grancanario (aunque criado en Motril) no sólo no se ha marchado, sino que se aferra a su cargo. El club blanquirrojo "condena y rechaza las actitudes" del susodicho hacia "la jugadora Jennifer Hermoso, así como sus explicaciones y reacciones", posteriores, amén de apoyar "las medidas que considere oportuno tomar" ella, aparte de mostrarse en contra de "los gestos obscenos realizados en el palco" del Stadium Australia.
Por todo ello, sigue el documento público, "el Sevilla FC no se siente representado por el máximo dirigente del fútbol español y, de hecho, se muestra activo en la lucha contra estas actitudes antes referidas en el mundo del deporte; cargos de esa representatividad deben promover el respeto y la igualdad, valores que" la institución hispalense "tiene en sus bases fundacionales". Es por lo que, como están haciendo en cascada todos sus iguales de Primera y Segunda división, "debería dimitir de su cargo" a la mayor brevedad posible, animando "a la reflexión para que este tipo de actos que afean la imagen de nuestro fútbol, que debe aspirar y pelear por la igualdad, no se repitan, y para que se tomen las medidas que se consideren necesarias en el seno de la RFEF, un organismo que debería ser ejemplo del respeto, la unión y la igualdad, no solo en el fútbol y el deporte, sino en toda la sociedad".
Del mismo modo, el actual campeón de la Europa League recuerda que "ya se ha mostrado contrario a la gestión y a las actitudes de Luis Rubiales en el pasado y que, de hecho, su presidente, José Castro, dimitió de la junta directiva de la RFEF en 2022" a raíz de la publicación de unos mensajes privados del dirigente federativo en los que insultaba al Sevilla y deseaba su derrota en términos peyorativos. Por último, el comunicado recalca que no quiere "que este suceso empañe lo más mínimo el éxito que representa la consecución del campeonato del mundo femenino por parte de la selección española, a la que vuelve felicitar".