La realidad de Rafa Mir en el Sevilla es la que es, pero, desde un tiempo a esta parte, el delantero hace lo posible por cambiarla para ganarse la confianza de Quique Sánchez Flores y, al menos, poder entrar en las convocatorias, algo que ya ha conseguido Mariano Díaz, presente en la del derbi.
ESTADIO ya informó recientemente que la relación entre el técnico y el murciano había mejorado últimamente después de que el madrileño llegó a lamentar su falta de compromiso y que no iba a hablar con él para animarlo, pues esa condición se presupone en un profesional. Así, el delantero ha subido su nivel de sacrificio en los entrenamientos y se han visto en las sesiones gestos de complicidad entre ellos que demuestran que las tiranteces han quedado atrás.
Aun así, esta paz firmada no se ha traducido todavía en ninguna citación y Rafa Mir no pisa el césped desde el 28 de enero y no ingresa en una lista desde que lo hiciera contra el Rayo el 5 de febrero.
A pesar de esta situación de ostracismo, Rafa Mir no arroja la toalla y trata de llamar la atención del técnico, demostrando sus ganas y su intención de estar a tope con entrenamientos más allá de los programados por el club. Por ejemplo, tal y como publicó en redes, el ariete acudió ayer lunes a la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios para ejercitarse en solitario en lel gimnasio aunque el equipo está de descanso hasta el miércoles tras a disputa del derbi.
No solo se entrenó ayer, sino que también lo hizo en la mañana del domingo con la intención de estar preparado por si en algún momento Quique decide contar con él en los partidos que restan. Y lo cierto es que la grave lesión de Isaac Romero abre una puerta que parecía completamente cerrada hasta que el club confirmó que el canterano se perderá lo que resta de curso. Ahora Quique se ve obligado a abrir el abanico y, aunque parte con desventaja, no es descartable que, al menos, volviera a la lista.
A tenor de lo sucedido hasta ahora, tendría por delante a Lukébakio, en principio el relevo en el once, y también a Alejo Véliz y Mariano Díaz, porque sí han entrado en alguna convocatoria, pero su voluntad con entrenamientos fuera de hora y el hecho de que Quique tampoco confía en demasía en el hispano-dominicano y en el argentino, podrían darle la oportunidad de, al menos, sentarse en el banquillo.