Hace más de dos semanas que cerró el mercado de enero, pero todavía no se ha agotado por completo el protagonismo negativo de Rafa Mir debido a diferentes circunstancias que lo mantienen en el foco de la noticia y no, precisamente, por su aportación en el terreno de juego.
El enfrentamiento entre el Sevilla y el Valencia por su salida fallida en el último suspiro de la ventana de transferencias; el señalamiento de Quique Sánchez Flores, que le ha mandado varios mensajes en rueda de prensa; su desaparición de las convocatorias, las informaciones que siguen surgiendo sobre las oportunidades que rechazó por su empeño de marcharse únicamente a Mestalla...
Todo ello le ha llevado a una situación extremadamente delicada que podría convertir lo que resta de campaña en una pesadilla para Rafa Mir, en el punto de mira de la afición y prácticamente sentenciado por el técnico nervionense, más allá que antes del encuentro contra el Valencia dijera que le abriría la puerta si percibe un cambio de actitud.
Una situación que, sin embargo, podría haber evitado el ariete sevillista, pues le llegaron múltiples ofertas, entre ellas procedentes de Francia, y sobre todo, de Alemania,donde tanto el Wolfsburgo como el Stuttgart mostraron un vivo interés por el murciano. No obstante, la propuesta más suculenta no procedió del fútbol europeo, sino de la MLS estadounidense, que le mantuvo la puerta abierta incluso después de cerrar el mercado español a sabiendas de que la tesitura que le espera en Nervión dista de ser la ideal, más bien todo lo contrario.
De ese modo, se ha filtrado que Los Ángeles Galaxy trató de convencerle con un sueldo escandaloso que superaba con creces al percibido en el Ramón Sánchez-Pizjuán y también el que cobraría durante su cesión en el Valencia. Así, el club californiano le puso sobre la mesa una oferta prácticamente irrechazable con una ficha de alrededor de cinco millones netos por temporada, muy pero que muy por encima de sus emolumentos en la entidad de Eduardo Dato.
Sin embargo, Rafa Mir renunció a esta oportunidad económica por su empeño de que su único destino posible más allá de Nervión es Mestalla, hasta el punto de que, pese a todo lo ocurrido, no ha desistido de ese deseo y que ya espera a la llegada del mercado veraniego para intentar de nuevo que, de una vez por todas, se consume su regreso, aunque para ello tenga que pasar de un sueldo multimillonario.