Adrià Pedrosa está siendo una de las noticias positivas del comienzo de esta temporada con el Sevilla Fútbol Club. El lateral izquierdo catalán está aprovechando los minutos que le está permitiendo disfrutar la lesión de Marcos Acuña. El ex del Espanyol, evidentemente no se alegra de jugar por ese motivo, pero reconoce que le ha permitido "mostrar un poco más" su nivel.
"Estoy muy feliz por el cariño de la gente. Al principio igual no me conocían tanto o esperaban menos de mí, pero quería transmitirles que podían confiar en mí. No deseo nunca la lesión de un compañero, pero por la baja de Marcos he podido mostrar un poco más mi nivel, aunque todavía me queda mucho por mejorar", ha asegurado Pedrosa en el Club Media Day organizado por la LaLiga y el Sevilla.
Y todo ello teniendo en cuenta que viene de un año prácticamente en blanco debido a las lesiones: "Al principio tenía un poco la mosca detrás de la oreja por si podría aguantar, porque en el Espanyol no tenía tantos partidos seguidos y venía del año pasado con la lesión y la operación, que al final estuve todo el año fuera. En pretemporada seguía con un poco de molestias, terminé de adaptarme también al nivel de los compañeros y sabía que tenía que ponerme las pilas. No podía pedirme más en ese momento a nivel físico, pero ahora estoy supercontento por cómo lo estoy llevando".
Tras jugar contra el Almería, este viernes toca regresar a Barcelona para jugar en Montjuic ante el FC Barcelona: "Para mí siempre ha sido un derbi y son partidos especiales. Tengo ganas de vivir el de aquí, que por lo que me han dicho es aún mayor por el nivel de presión y por cómo lo vive toda la ciudad. Pero el viernes tengo ese puntito añadido de querer hacer un buen partido y de ganarles, que con el Espanyol me quedé cerca. Es verdad que no es en el Camp Nou, donde la presión es mayor, y creo que podemos dar la sorpresa".
Sobre su debut en la Champions League, Pedrosa ha comentado: "Las cosas nuevas no sabes cómo van a ser y tenía ese nerviosismo contra el Lens. Pero también confianza en que lo iba a hacer bien, porque cuando empieza el partido ya no piensas nada. Por dentro me liberé y solo me centré en hacerlo lo mejor posible".
La victoria contra el Almería ha sido una liberación: "Dimos un golpe en la mesa, lo vio todo el mundo, no solo aquí. Tenemos un plantillón y creo que el viernes vamos a dar mucha guerra. Estoy contento pero no conforme. Tengo 25 años y sé que puedo mejorar muchísimo mental y futbolísticamente. Pero estoy contento, sobre todo porque vengo de un año muy malo, en el que no podía jugar por la lesión. Ahora que puedo centrarme solo en el fútbol, estoy muy contento y ojalá todo pueda seguir así".