La venta de José Ángel Carmona, que está en el aire a falta de una prueba complementaria, podría parecer poca cosa por 3,8 millones por el 80%, sobre todo porque el acuerdo con el Elche estaba en 6 kilos, pero la realidad es que, a estas alturas de mercado, hay pocos equipos que arriesguen, el movimiento de dinero está siendo mínimo y no es nada fácil colocar jugadores al valor que, a priori, tienen.
Es el caso de José Ángel, pero también de otros futbolistas del Sevilla FC que, de una u otra forma, se han relacionado con diferentes clubes y que, posiblemente, acabarán saliendo este verano. Son los casos de Rafa Mir, en menor medida de Gonzalo Montiel o de algunos de los futbolistas que han regresado tras la cesión, como Óscar, Delaney, Rony...
Sin dejar de mirar a los refuerzos que pueden llegar o a los posibles sustitutos que puedan obligar las salidas, el nuevo director deportivo del Sevilla, Víctor Orta, está centrado en esa 'Operación Salida' que parecía dar su primer fruto con José Ángel, que también lo dará con Kike Salas o con un Luismi Cruz que ni siquiera ha ido convocado para esta pretemporada y que, previsiblemente, aceptara a alguno de los clubes que se han interesado por él, de Segunda principalmente, pero también de Primera como Las Palmas.
De esta 'Operación Salida' se debatió en la tertulia de 'La Prórroga de Estadio Deportivo' y se analizó la estrategia que está priorizando el equipo nervionense, que este año es común a la de otros clubes, más preocupados por vender que por fichar. Una 'estrategia' que ha sido habitual en el Sevilla en los últimos años dado los problemas que había tenido para colocar jugadores en buenas condiciones.
"El Sevilla necesita vender y tiene muy buenos jugadores. De hecho, son campeones de Europa, pero colocarlos en el mercado es complicado", indicaba Antonio José Medina, quien recordaba el primer año del ciclo anterior, cuando llegó Monchi en la 19/20 y le hizo el equipo que quería a Lopetegui antes de colocar gran parte de los jugadores con los que no contaba y que, al final, medio tuvo que 'regalar'.
"Monchi se encontró con una papeleta parecida. Creía que los iba a vender mejor y, tras fichar, no consiguió colocar casi a ninguno", añadía en referencia a la planificación de aquel año. Entonces, salieron más o menos rápido, a principios de mercado y al su valor estimado, Promes y Muriel. Pero los Guilherme Arana, Sergio Rico, Kjaer, Roque Mesa, Amadou, Gnagnon, Corchia... les costó mucho, los tuvo que ceder y, a algunos de ellos, asumir parte de su ficha. El propio Monchi reconoció a posteriori que no esperaba tener tantos problemas con algunos de esos futbolistas, que eran buenos y estaban muy bien considerados.
Desde entonces la estrategia ha cambiado y el Sevilla se centra mucho en las salidas antes que en cerrar los refuerzos. Y estos han llegado en agosto en los últimos años.
"Primero ha querido cerrar las salidas para que no le ocurriera eso. Es un riesgo porque te pueden quitar lo que quieres -pasó ayer con Faivre-. Pero es que, al contrario, has hecho el equipo que querías y, luego, nadie quiere pagar por los jugadores que quieres soltar. (...) Los futbolistas del Sevilla son buenos, pero nadie quieren pagar ahora lo que valen, sólo al final de mercado, cuando bajan el precio. Y colocarlos a principio de mercado es complicado", reiteraba Medina en una idea que da valor al trabajo de Víctor Orta y de su secretaría técnica, que está luchando para dejar al Sevilla en la mejor posición posible para cuando el mercado se anime de veras.