No se fían, ni mucho menos, en Italia de las presuntas indisposiciones de Luis Alberto, que ya el verano pasado dijo sufrir unos problemas estomacales para forzar una salida al Sevilla FC, incorporándose cinco días más tarde al ‘stage’ de la Lazio en Auronzo, y que vuelve a ausentarse de los entrenamientos de pretemporada de los romanos. De esta forma, 'La Gazzetta dello Sport' informaba en su última edición de que el gaditano ha calcado la fórmula de presión a la entidad albiceleste, con la que renovó recientemente hasta 2025, faltando el martes a la jornada de trabajo fijada en Formello, después del descanso de que disfrutó todo el plantel, aduciendo un episodio de fiebre que el citado medio de comunicación, seguramente al consultar fuentes oficiales u oficiosas, relaciona con su deseo de emigrar.
El caso es que el atacante, consolidado en la Serie A como mediapunta, no oculta a quien le pregunta en público y, sobre todo, en privado que, a sus 29 años, regresar a casa es su prioridad. Reunir a su familia, tras una etapa dura por la pandemia, es un objetivo personal y deportivo, porque ya indicó a los dirigentes de la entidad italiana que únicamente contempla ser blanquirrojo de nuevo. Una vía compleja, ya que, si bien Sarri no lo ve ya como titular indiscutible (estuvo en la gira por Alemania y partió desde el banquillo en los dos primeros amistosos, sin mostrar demasiado en el duelo contra el Génova), los rectores de la Lazio no rebajan sus pretensiones: 30 millones de euros (aproximadamente su tasación en el mercado) o tendrá que apurar su contrato.
Como informa 'Mundo Deportivo', la tesitura no es la mejor. Monchi está cerrando al sustituto de Augustinsson (Alex Telles, tras no fructificar las negociaciones con el Tottenham por Reguilón), una vez hecho lo propio con Diego Carlos (Marcao), y el siguiente objetivo es otro central que releve a Koundé (con Nelsson adelantando por la derecha al carísimo Kehrer). A continuación, tratará de aligerar los extremos con las salidas de Rony Lopes y Munir para buscar un atacante por ese perfil. Ahí podría entrar Luis Alberto, recuperando roles de sus inicios para, como Suso, actuar a pierna cambiada, pero ni mucho menos se puede gastar una cantidad como la antes referida, a menos que haya una tercera gran venta que no se espera.
Recientemente, se habló de la inclusión de Óliver Torres en el trato para abaratarlo, pero ninguna de las partes lo tenía del todo claro: el moralo no pretende abandonar España, Lopetegui prefiere no perder un efectivo bastante válido en su parcela ancha y los dirigentes 'azzurri' priorizan el dinero y en montantes elevados. Difícil ecuación que resolver, aunque, por si acaso, Luis Alberto recuerda a la Lazio que no está a gusto y señala el destino que quiere.