Cuatro meses largos después de la última vez, Joan Jordán se vestía de corto en un partido oficial. No llegó a 730 minutos la pasada campaña con el Sevilla FC, ese equipo donde era intocable y que, tras el desagradable incidente en el 'derbi del palo' ante el Real Betis, lo renovó hasta el 30 de junio de 2027 y le subió el sueldo hasta los casi dos millones de euros netos, uno de los impedimentos para que el de Regencós encontrase antes acomodo. Porque es rigurosamente cierto que el mediocentro nunca se ha negado a salir de Nervión, como tampoco que exigió no perder dinero en ese movimiento, pues no puso a nadie una pistola en el pecho para aquel premio. Sin embargo, prefirió callar durante un ostracismo que se vio alimentado por mensajes negativos sobre su actitud y su aptitud salidos desde el vestuario y la planta noble. A lo sumo, indirectas en sus redes sociales sobre su abnegación y resignación ante la adversidad. Hasta hace un par de semanas.
'Cazado' en el Aeropuerto de San Pablo con destino a Vitoria, el entonces aún '8' nervionense se mostraba dolido y argumentaba que se habían dicho "muchas mentiras", aunque sin precisar quién y cuáles. Y, presentado con el Deportivo Alavés, el allí '24' se fue soltando poco a poco más la lengua, todavía con ironía y dobles sentidos en sus declaraciones, agradeciendo el esfuerzo a los 'babazorros' de asumir el 30% de su salario y ratificando que está donde le quieren, desdeñando como muestra de amor que los balnquirrojos abonen el otro 70% de sus emolumentos. Cada historia tiene dos partes, dos versiones, y a buen seguro que Joan Jordán tiene mucho que contar y matizar, especialmente tras alguna filtración en la que se le identificaba como uno de aquéllos a quienes se refería Sergio Ramos al hablar del compromiso de quienes fueron con lo puesto a Lens a la final perdida por la Champions League y del poco de los que se bajaron del barco.
Excluido hasta de los planes de García Pimienta en los amistosos de verano para forzarle a salir, incluso aunque presuntas propuestas 'Top' como la del Rangers FC no fueran de esa enjundia, el gerundense ha encontrado sitio en una entidad más modesta pero que no ha dejado de insistir por él. Y este fin de semana, ante su ex equipo el RCD Espanyol, disputaba sus primeros minutos como alavesista, 26 en concreto, con asistencia a Tenaglia en el 3-2 final, más de cuatro meses después del cuarto de hora que le brindó Quique Sánchez Flores en Villarreal. Ahora, a cinco días de que el dueño de su pase otros dos años más después de su vigente cesión (y contra el que podrá jugar si así lo estima Luis García Plaza) visite Mendizorroza (el viernes 20 de septiembre a partir de las 21:00 horas), Jordán insiste en su recuperada locuacidad. "Toca seguir trabajando a tope, no hay otro camino. Desde ya, a por más. Después de mucho tiempo, he vuelto a sentirme yo en el césped y me quedo con esas buenas sensaciones. El resultado nos tiene que servir para crecer", escribe este domingo en su perfil de Instagram.