Con las 25 fichas ocupadas (aunque Juanlu y José Ángel Carmona se mantienen de momento con dorsales del filial), el Sevilla FC afronta la recta final del mercado, hasta el próximo viernes 30 de agosto, con la intención de dar salida a Joan Jordán y Gonzalo Montiel, por el que se ha interesado el Everton, y a partir de ahí hacer cuentas para ver las posibilidades reales de reforzar la plantilla.
El foco de atención está pues en el eje de la zaga, pero con cinco centrales en nómina, parece difícil que pueda llegar alguno más, toda vez que no se logró colocar a Marcao, no fue a más el interés del Al-Shabab saudí por Gudelj y tampoco Badé quiso marcharse al Stuttgart. Pese a las evidentes carencias atrás, el deseo de García Pimienta es poder contar con otro centrocampista, esperando hasta el último momento un Sergi Roberto que ya ha firmado por el Como italiano.
Mientras tanto, el técnico catalán ha vuelto a tener a sus órdenes este domingo a un mediocentro que se encuentra en una situación extraña. Tras sufrir a finales de julio una lesión en el recto anterior de su muslo izquierdo, Pedro Ortiz ha regresado al trabajo y lo ha hecho con la primera plantilla, tras pasar la última campaña y media cedido en el Vizela de la primera división portuguesa. Pero su futuro es una total incógnita, estando actualmente en el limbo al no tener asignado dorsal en ninguno de los dos primeros equipos sevillistas.
El otrora capitán del Sevilla Atlético no aparece en la relación de jugadores del primer filial facilitada por el club (aunque aún tiene cuatro números libres), pero, a pesar de haber estado en pretemporada a las órdenes de García Pimienta, tampoco se le ha asignado un dorsal del 26 en adelante para poder jugar con los 'mayores', como sí sucede con Manu Bueno, Collado, Rivera, Idumbo, Mateo Mejía... y así hasta llegar al 40, que luciría Castrín.
A falta de seis días para que el mercado eche el cierre, y con sólo un año más de contrato por delante, ni mucho menos habría que descartar su salida. Pero mientras tanto, aún trata de ganarse una oportunidad ante los ojos del técnico catalán, que antes de caer lesionado sólo lo utilizó en el primer amistoso ante el Orlado Pirates, en el que volvió a mostrar buenas maneras.
En el recuerdo queda su debut con el primer equipo en la primera jornada de la 21/22, a las órdenes de Julen Lopetegui. Apenas jugó unos minutos en casa ante el Rayo Vallecano, pero dejó detalles esperanzadores tras haber brillando en pretemporada ante rivales de nivel como la Roma o el PSG. Poco después sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y vio frenada su progresión, aunque aún tuvo una presencia testimonial al curso siguiente, con Sampaoli en el banquillo, ante el Celta de Vigo.
Luego llego su cesión al Vizela, donde no le han abandonado las lesiones, disputando 26 encuentros en temporada y media. De momento, su siguiente paso es una incógnita, aunque volver al filial parece descartado, pues además cuenta con 24 años, mientras que el resto del plantel no sobrepasa los 21, y por normativa no podría alternar con el primer equipo al ser mayor de 23. García Pimienta tiene la palabra. Si el escaso margen salarial que puedan liberar las esperadas salidas se destina finalmente a reforzar la defensa, Pedro Ortiz podría ser el centrocampista que le falta.