"Ha sido muy fácil elegir al Barça (...) porque lo tenía claro, es un club con un proyecto muy ambicioso y LaLiga me gusta mucho. Fue un esfuerzo el esperar, pero no tanto porque quería llegar aquí". Con esas palabras se presentaba hoy Jules Koundé como nuevo jugador del Barcelona. Y aunque puedan parecer la típicas de una presentación, en la que tratas de quedar bien con tu nuevo club y aficionados, no sería de extrañar que piense así, porque la realidad es que el Chelsea ya lo había dejado 'tirado' dos veces en los últimos doce meses y no se fiaba de que una vez más volviera a suceder, a lo que apuntaba su último cambio de actitud.
Avalado y deseado por Thomas Tuchel, acordado el sueldo con el jugador desde hace un año -inferior al que va a cobrar en el Barça, por cierto-, sólo hacía falta ofercer una cifra asequible, viendo cómo se está moviendo el mercado, para que Jules Koundé estuviera hoy vistiendo la elástica 'blue' y no la blaugrana. Pero el Chelsea, como el propio Monchi ha reconocido sin decirlo claramente, nunca tuvo claro que el internacional francés fuera la opción deseada.
Ya hace un año se vivió una situación simular. El Sevilla FC rechazó una primera oferta al final del mercado del Chelsea que rondaba los 50 millones de euros. Una cifra que el equipo de Nervión consideró insuficiente. Por la valía del jugador y, también, por el momento en que llegaba, que complicaba mucho su sustitución. Lo que no dijo y se supo después es que al mismo tiempo, el Chelsea estaba ofreciendo más del doble por fichar a Marquinhos y que Koundé había sido un segundo plato. El PSG y el central brasileño rechazaron la oferta y Tuchel tuvo que afrontar la temporada sin ninguno de los dos.
Y este verano se ha repetido la situación. Primero entre mayo y junio, cuando llegó el nuevo propietario 'blue' Todd Boehly y empezó a priorizar a otros jugadores como Matthijs de Ligt -por el que estaban dispuestos a pagar mucho más que por Koundé- o como Koulibaly, al que ha fichado por un precio superior a su valor de mercado (38 millones) cuando sólo le quedaba un año de contrato.
Visto que De Ligt se había escapado y que por Nathan Aké el City no bajaba sus pretensiones, volvió a aparecer la opción de Koundé. Pero como explicó Monchi hace tan solo unos días, se echaron atrás y pidieron tiempo para pensárselo. Y ahí apareció el Barça y se decidió el traspaso por unas cifras que ya conocidas. La realidad es que, como ocurrió en agosto de 2021 y hace un mes, en el Chelsea no tenían claro que el jugador del Sevilla FC fuera el central que ellos deseaban.
Y las pruebas posteriores han dado la razón. La principal opción que ahora barajan es, según varios medios, el central del RB Leipzig, Josko Gvardiol, y la gran alternativa, Wesley Fofana, del Leicester. El precio de ambos ronda los 100 millones de euros. Una cifra a la que el Chelsea está dispuesto a acercarse y que, como ocurrió con Marquinhos, es muy superior a la que ponían encima de la mesa para llevarse a Koundé. El ya jugador culé, finalmente, se ha marchado al Barça por 50 millones y 12,5 en variables, la mayoría de las cuales de fácil cumplimiento si el jugador se convierte en importante para Xavi Hernández.
Como ha dicho Jules Koundé, era fácil elegir. Más que nada porque Xavi y el Barça ha sido los únicos que de verdad han ido a por él.