Aitor Torvisco9 min lecturaEl Sevilla FC se agarró a un clavo ardiendo para avanzar hasta los cuartos de final de la Copa del Rey tras imponerse al Deportivo Alavés por 0-1, en un encuentro resuelto como toda la vida, con un centro de Navas y un golazo de Rakitic. Fue la única ocasión clara del cuadro nervionense en todo un partido en el que Dmitrovic completó hasta tres paradas salvadoras para mantener a su equipo imbatido en los cuatro partidos de este torneo. Sin duda, un oasis en medio del desierto más absoluto.
De inicio, Sampaoli -que cedió el testigo a Jorge Desio tras su expulsión en Linares- realizó seis cambios con respecto al once del pasado sábado en Girona. El argentino tomó dos decisiones esperadas, el banquillazo al errático Nianzou y descanso para no agotar al imprescindible Fernando. Volvieron al once Dmitrovic, habitual en Copa; Montiel, en su primera titularidad tras su sanción de tres partidos eternizada por el Mundial que le coronó; y Rekik, recién recuperado de su enésima lesión muscular. Arriba, también refrescó algo al equipo con Lamela, Suso y En-Nesyri, todos ellos suplentes en Montilivi.
Se mantenían Marcos Acuña, sancionado el sábado para LaLiga, y el recién llegado Loïc Badé, además de Gudelj, Rakitic y Jordán, con el serbio como nexo entre defensa y medular. En la segunda parte, acertó metiendo en la reanudación a Jesús Navas, el asistente en el 0-1, y a Fernando, que dio mucha seguridad, primero como central y luego de pivote tras la salida de Nianzou por En-Nesyri -el mismo cambio del triunfo ante el Getafe- con posterior entrada de Rafa Mir por Lamela.
Así jugaron, uno a uno, los futbolistas del Sevilla FC alineados por Jorge Sampaoli y Jorge Desio en el vitoriano estadio de Mendizorroza, en los octavos de final de la Copa del Rey:
Se mantiene como 'el portero de la Copa' de Sampaoli. Sacó los puños con seguridad en varios córners y estuvo atento para salir de su área y abortar peligro. Paradón a Luis Rioja en el 30', con una mano salvadora, a una falta directa de Jason en el 55' y a un disparo cruzado de éste último en el 94'. El Sevilla FC sigue imbatido en lo que va de edición copera.
Primera titularidad desde su expulsión en el derbi, una vez cumplidos por fin los tres partidos y tras reaparecer como suplente en Girona. Escasa incidencia ofensiva, ahí el equipo pierde con respecto a Navas, aunque en defensa es muy sobrio. Desio los mezcló a los dos en la segunda parte y formaron un gran tándem.
Segunda titularidad seguida, tras estrenarse ante el Getafe, y primer partido completo. Anticipa bastante bien y se le ve concentrado para cumplir tácticamente y relativamente suelto con la pelota. Va algo peor en los duelos (fue a dos y perdió los dos, con una amarilla y otra que le perdonó el árbitro), aunque de momento tampoco se le puede pedir mucho más.
Más central que mediocentro en un teórico rol híbrido. Con cositas del Gudelj que no jugaba con Lopetegui, con un par de errores en la salida que pudieron costar caros y una amarilla tempranera que el Alavés reclamó como roja. Y también con cositas del Gudelj que es claramente de los mejores en la 'era Sampaoli', salvando un gol bajo el larguero en el 8' y repeliendo con acierto los constantes centros laterales.
Jugaba su primer partido en 2023, tras lesionarse el 21 de diciembre en Torremolinos y se le vio falto de ritmo y menos atrevido de lo que lo que acostumbra con el balón. Cargo con amarilla desde muy pronto por un codazo sobre Jason en un salto. Partido muy discreto, aunque solvente en líneas generales.
Está sancionado para el sábado y su titularidad estaba cantada. Sampaoli le exprime y el Huevo responde, si no con profundidad -hoy mucho menos que en partidos anteriores-, sí con muestras de ese fuerte carácter que el Sevilla FC necesita en momentos de crisis y claramente está un escalón competitivo superior al resto.
Desio no paraba de darle instrucciones y el catalán se encarga de que se plasmen sobre el césped. Claramente hace lo que le piden, pivotar en la salida, asumir riesgos de espaldas al juego y girarse para mover el balón de un lado a otro del campo, intentando hallar la salida más rápida y más limpia posible.
Tras una primera parte algo incómodo, pese a intentar romper líneas con pases filtrados y moverse para generar espacios, se hizo notar en la reanudación demostrando que Sampaoli ha recuperado su versión más llegadora y conectando un perfecto cabezazo para el centro de Navas.
Old School al rescate.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) January 17, 2023
Navas ➕ Rakitic. #LaCopaMola pic.twitter.com/ibOWP1cZWa
No está fino y en la izquierda está aún más limitado, ya que no tiene esa amenaza que sí encuentra en la derecha (amagar con centrar, internarse y pegarle con la zurda) y a la que prácticamente se limita su juego. No aporta desborde ni profundidad y transmite desgana.
Siempre bullicioso e intenso, aunque se le ve acelerado en exceso. Tarda en entrar en contacto con la pelota, se desespera y luego quiere hacer mucho en muy poco tiempo, cayendo a menudo en la precipitación; pero fue el único en disparar en la primera mitad.
Se deja la piel en la presión y ayuda muchísimo en defensa, como en su providencial cruce ante Sylla en el 6', pero arriba tiene muy pocas pese a tirar desmarques de manera insistente y buscar centros. Eso desgasta mucho.
El segundo entrenador del Sevilla FC ejerció de técnico ante la sanción de Sampaoli, expulsado en Linares por Mateu Lahoz. El cambio de Navas y Fernando al descanso fue determinante en un equipo que hasta ese momento sólo se defendía y no tenía recursos ofensivos. Será rudimentario, pero lo de las carreras por la derecha del palaciego -con Montiel cubriéndole la espalda- volvió a funcionar. Gestionó bien tener a sus tres centrales titulares con amarilla.
En la primera jugada que intervino hizo lo que no había hecho Montiel en toda la primera parte, llegar por la derecha y colgar un centro que, además, fue el del 0-1.
Cuando él está en el campo, de repente da la sensación de que hay menos espacios y menos huecos. Maestro de la colocación. Pícaro para irse al suelo en el alargue y dejar correr el reloj.
Se colocó atrás en un Sevilla encerrado para defender la renta y no desentonó ni cometió errores, que no es poco.
Entró en el 86' por Lamela y apenas le dio tiempo a entrar en juego.
