La salida de Adnan Januzaj se encuentra en la lista de tareas más urgentes para Víctor Orta en el presente verano por el lastre que supone su elevadísimo salario, para nada en consonancia con su nula aportación desde que aterrizó en Nervión en la ventana estival de 2022 de la mano de Monchi.
Por entonces, con la carta de libertad en la mano, firmó un suculento contrato hasta 2026 que ha supuesto y supone una condena para la delicada economía nervionense, pues percibe cinco millones brutos al año, uno de los más elevados en la actual plantilla.
En los últimos mercados ya se ha tratado de encontrarle acomodo para librarse de sus emolumentos, pero el belga se ha mostrado reacio a pesar de la falta de protagonismo sobre el césped, llegando a afirmar Víctor Orta en febrero que le aseguró que prefería quedarse sin jugar antes que renunciar a su salario o parte de él.
En vísperas de la apertura del mercado veraniego, el club le ha comunicado que no entra en los planes para el nuevo proyecto y el extremo ha respondido que se marchará siempre y cuando su adiós no suponga sacrificar la ficha que firmó hasta 2026. Una exigencia que demorará posiblemente su salida, si bien en las últimas horas se están produciendo movimientos esperanzadores para los intereses nervionenses, pues empiezan a aparecer equipos interesados en hacerse con sus servicios, alguno con poderío económico para asumir su sueldo.
De esa forma, según apunta Relevo, ha habido un acercamiento procedente de Turquía, en el que dejó buen sabor de boca durante su cesión en el Basaksehir en el segundo tramo de la temporada 22/23 en calidad de cedido, con tres goles en 17 partidos. Sus agentes lo han movido en este mercado y hay clubes que han levantado la mano.
No obstante, en Nervión se confía más en los cantos de sirenas procedentes de Arabia Saudí, pues ya ha habido varias entidades que han preguntado por él y cuentan con poder adquisitivo para cumplir la condición de Januzaj para poner fin de una vez por todas a su infructuosa etapa en el Ramón Sánchez-Pizjuán. A partir del 1 de julio podría haber novedades procedentes de Oriente Medio que resuelvan el gran problema del Sevilla.
En el caso de que se llegara al final del mercado sin ningún remedio, el Sevilla se plantearía la drástica decisión de rescindirle el contrato de manera unilateral con el consecuente coste o denuncia por parte del extremo.