La frustración de Isaac: "Lo dejamos todo, pero la pelota no quiere entrar"

"Venimos en una mala dinámica de resultados. El equipo ha vuelto a dejarlo todo en el campo, pero la pelota no quiere entrar, así que poco más podemos añadir. Estoy contento por ayudar al equipo con gol y trabajo, pero al final se te queda un mal sabor de boca por el resultado. No han llegado los tres puntos y estamos tristes", explicaba en zona mixta Isaac Romero, autor del único gol del Sevilla FC en su empate ante CA Osasuna. Se notaba la resignación en la cara del lebrijano, que se expresa con la misma naturalidad que exhibe en el terreno de juego. No en vano, son ya cuatro goles en sus cinco partidos con el primer equipo, pues hizo un doblete en Copa del Rey durante la visita al Getafe CF y abrió el marcador en Montilivi antes de la remontada liguera del Girona FC (5-1). En total, son 15 tantos en 20 encuentros oficiales este curso, entre los disputados a las órdenes de Quique Sánchez Flores como los iniciales en el Sevilla Atlético. Un filón para el objetivo de la permanencia.

"Te pones por delante y, cuando menos te lo esperas, te meten ese gol a balón parado. No sabes cómo reaccionar, te quedas con uno menos y ya no es lo mismo. Tienes que meterte 'encerradito' atrás para que no te metan el segundo", añadía el '20', que no se 'moja' en la roja a Suso: "Desde el césped estaba lejos, pero las imágenes de la expulsión, según el plano, parecen una cosa u otra. No puedo decir nada". Y es que no es el momento de buscar excusas, sino de agachar la cabeza y trabajar: "En el vestuario siempre decimos que hay que darlo todo en el campo, sobre todo por una afición que nos apoya siempre. Ya lo dije. Vamos a ir por los tres puntos vayamos donde vayamos, porque somos el Sevilla. Lo dejaremos todo siempre. Vamos a intentar que se acabe esta mala racha. Iremos a por los tres puntos a Vallecas y que la afición nos siga acompañando".

Por último, Isaac se vanaglorió de haberse estrenado en Nervión: "Es un sueño marcar delante de toda tu afición. Ya marqué en Montilivi, pero no en casa. Lo pude celebrar con toda la gente, pero me quedo más con la tristeza de no haber podido sacar los tres puntos. No me lo esperaba. Hay mucha diferencia entre Segunda RFEF y Primera división. Es adaptarte lo más rápido, que tus compañeros estén apoyándote y que te acompañe la suerte de cara a portería. Es mi trabajo, meter goles y ayudar al equipo. El grupo me ayuda mucho; hablo con ellos continuamente. Son veteranos y pueden aportar muchas cosas positivas. Cada vez voy ganando forma física para dejarlo todo. Me está acompañando la fortuna".