Existen múltiples factores, ya sean externos o intrínsecos del jugador, que determinan el rendimiento de los futbolistas y provocan en ocasiones que pueda fracasar puntualmente en ciertos clubes dentro de una trayectoria marcada más por los éxitos. Es la forma de explicar, por ejemplo, el caso de Guilherme Arana, que aterrizó en el Sevilla en enero de 2018 procedente del Corinthians como una de las promesas del fútbol brasileño a cambio de 11 millones de euros para reforzar el carril zurdo y que nunca terminó de cuajar como nervionense.
De desborde por banda y profundo, en el Sánchez-Pizjuán le costó mostrar sus cualidades, siempre tímido en sus acciones, sin atreverse demasiado, intimidado en cierto modo por su salto a Europa a un equipo como el Sevilla, lo que limitó su participación. Oportunidades tuvo, porque disputó un total de 1.784 minutos repartidos en 25 partidos y llegó a tener sus momentos lúcidos, como refleja que marcó dos goles y sirvió tres asistencias, pero no respondió a las expectactivas depositadas en su fichaje.
Así, en año y medio, en el mercado estival de 2019, comenzó el carrusel de cesiones con su préstamo al Atalanta, donde solo duró hasta enero de 2020 para, inmediatamente después, regresar a Brasil en calidad de cedido para militar en el Atlético Mineiro. En su país se reencontró y en el verano de 2021 el 'Gallo' se hizo con los servicios de Arana por 2,5 millones de euros, lo que, sin duda, fue un acierto tanto para el club brasileño como para el carrilero. No en vano, Arana acumula ya 208 partidos con un extraordinario balance de 20 goles y 33 asistencias que refleja unas magníficas prestaciones que lo han convertido en un fijo en la selección brasileña, con la que ya suma 10 partidos y se ha ganado la condición de titular.
A sus 27 años está en el mejor momento de su carrera tras su complicado paso por el Sánchez-Pizjuán y ya suena con fuerza su nombre para el regreso a Europa con pretendientes de un altísimo nivel. No en vano, en Brasil aseguran que Arana se encuentra en el punto de mira del PSG de Luis Enrique, que le sigue muy de cerca y que podría intentar su fichaje cuando se abra el mercado invernal.
El paulista, con un valor de mercado según Transfermarkt de 12 millones de euros, tiene una claúsula para los clubes extranjeros de 15 millones de euros, una cifra asequible para el poderío económico de los parisinos. Arana podría volver a lo grande al viejo Continente.