No es la máxima prioridad ahora mismo, ya que no se trata de un central zurdo, pero el fichaje de Federico Gattoni por el Sevilla es una oportunidad de mercado que el director deportivo nervionense difícilmente va a dejar pasar. El joven capitán de San Lorenzo es uno de los jugadores con mayor proyección que hay en Argentina, tiene ya experiencia tras varios años en la elite, ha demostrado que quiere venir y apenas vale millón y medio de euros.
La cuestión está ahora mismo en cómo sacarlo de allí antes de que se cierre hoy el mercado invernal. Todo lo que no sea eso significará una sanción para Gattoni y cinco meses de ostracismo en la grada.
La tensión en máxima dentro de San Lorenzo de Almagro. El jugador viajó ayer a Italia para cerrar su nacionalización, supuestamente, sin permiso del club y éste está estudiando la sanción que le va a imponer. Su mayor respaldo era el técnico del Ciclón de Boedo, Rubén Insúa, pero éste, incluso, ha dejado de apoyarle después de que su repentino viaje a Europa le dejara en evidencia y que, por ello, se perdiera el primer entrenamiento de la semana.
El propio Insua, eso sí, aclaró que lejos de lo que se dijo de que no había informado en el club, Gattoni le avisó de su viaje a Europa y de que iba a estar ausente. “El jugador me avisó ayer que no iba a estar. No sé cuándo llegará y de eso depende que juegue. Si firma sí, si no, no”, aseguraba el entrenador de San Lorenzo, que sigue pensando en Gattoni aún como un futbolista más de la plantilla. "Si hay alguien que entrenó cinco días y otro menos, probablemente juegue el que más entrenó”, avisaba.
La realidad es que hoy será intenso en las oficinas del club. El Sevilla, según se sabe, hizo un primer intento de 1,2 millones de euros por el 100% del pase que fue rechazado por la entidad. Las diferencias, ahora mismo, están en los 300.000 euros que le separan de 1,5 que quería San Lorenzo en un principio y que iba a poner como cláusula en la renovación de su contrato. Unas diferencias que no son grandes, sobre todo, porque el equipo nervionense no pagaría ahora. Y eso sí podría ser un problema mayor.
Según trascendió también, el primer pago de este dinero sería en agosto y ya contaría para el próximo ciclo económico. Y el segundo, en 2024. Por lo que El Ciclón no tendría ahora 'cash' para suplirlo y tendría que recurrir a la misma fórmula.
La situación de tensión tiene un límite, las 23:59 horas en España. A partir de ahí, si no se ha cerrado, el jugador se enfrenta a una renovación que le permitiría seguir de capitán o a cinco meses en la grada, algo que no le agrada, como tampoco le agrada al club que se vaya gratis el próximo mes de junio o que no le quede nada ahora para poder sustituirlo. Están, por ello, condenados a entenderse.