Oficialmente, el Comité Técnico de Árbitros de la RFEF sólo se pronunció esta semana a través de un comunicado en el que, tras los graves incidentes ocurridos en Turquía con la agresión a un colegiado por parte del presidente del Ankaragücü, que ha paralizado 'sine die' todo el fútbol del país, condena estos deleznables actos y pide proteger a los jueces deportivos. Nada acerca de la polémica que sigue rodeando prácticamente cada actuación de sus afiliados. Su presidente, Luis Medina Cantalejo, hacía muy poca autocrítica en su última comparecencia pública y cerraba filas en torno a los suyos, un corporativismo que pocos entienden y que en nada contribuye a que se solucionen las cosas. Este mismo fin de semana, dos equipos andaluces han sufrido el variante criterio de los colegiados: el Cádiz CF, con un penalti muy riguroso; y el Sevilla FC, con un gol anulado tan riguroso o más que el anterior.
Según los compañeros de @ArchivoVAR, el CTA entiende que, aunque realmente no existe una repetición que demuestre con absoluta claridad que En-Nesyri desvía con el codo a gol el lanzamiento de su compañero en la visita al RCD Mallorca, pues se intuye un leve roce (con el delantero marroquí de espaldas y quitándose de enmedio, lo que denota su ausencia de intencionalidad) en el costado antes de que pueda tocarle en el brazo, la acción está bien arbitrada o rearbitrada, pues la Internacional Board establece para esta temporada que todo tanto precedido de una mano del equipo que lo marca debe anularse. Sin embargo, abogan por un error de Martínez Munuera en el Cádiz-Osasuna, pues el remate del 'Chimy' Ávila se marchaba a córner y el presunto toque con la yema de los dedos de Momo Mbaye ni siquiera afecta a su trayectoria. Antes al contrario, el balón sigue su curso en la misma dirección (desviado). El central senegalés está en posición natural y no puede cortarse la mano.
En otro orden de cosas, desde el prisma del Real Betis no se entiende que el plantillazo de Héctor Bellerín al almeriense Adri Embarba fuera roja directa, pero que acciones similares de Brahim Díaz sobre Isco Alarcón en el duelo de los verdiblancos esta jornada contra el Real Madrid (se quedó en nada) o del rayista Pathé Ciss sobre el mediocentro del RC Celta Fran Beltrán tuvieran un castigo mucho menor (amarilla, en este caso). Unas diferencias realmente condicionantes, habida cuenta de que desde la sala VOR no avisaron al colegiado principal siquiera para que revisara su decisión.