Aunque suene lejanísimo, Lionel Carole sigue en activo a sus 33 años. Es uno de esos nombres que pasó de puntillas por el Sevilla FC durante las dos temporadas en las que Monchi decidió probar fortuna en la Roma y la dirección deportiva nervionense quedó en manos de Joaquín Caparrós y Óscar Arias. El riundo de Martinica aterrizó cedido en la 17/18 procedente del Galatasaray, aunque apenas jugaría nueve partidos de blanquirrojo (seis de LaLiga y tres de la Copa del Rey), con 810 minutos en su haber, ya que, paradójicamente, los disputó completos. En ese mercado invernal, los responsables nervionenses le dieron una vuelta a sus laterales, llegando el diestro Layún y el zurdo Arana, aparte de un mediocentro (Roque Mesa) y un delantero (Sandro Ramírez), por lo que el francés se quedó sin ficha, pues tampoco aceptó jugar en el Sevilla Atlético, entonces en Segunda división y sin limitación de edad (él tenía 26 años).
En el Ramón Sánchez-Pizjuán dieron pronto por amortizados los 350.000 euros abonados al club turco, que recuperó a su futbolista el verano siguiente para mandarlo al Estrasburgo, militando desde 2021 en el Kayserispor turco, con el que acaba de renovar hasta 2025, con otro año opcional. En su momento, un enfadado Carole recurrió a sus abogados para denunciar en los juzgados de lo social lo que entendía como un despido improcedente, reclamando también daños y perjuicios. En total, dado que sólo percibió dos mensualidades en el periodo de exclusión, que era el mínimo legal estipulado entonces como indemnización, exigía el abono de algo más de seis millones de euros, más el valor de su cláusula de rescisión, que ascendía a otros 30 millones, al entender que se le imposibilitó fichar por algún otro equipo en ese semestre de parón obligado.
En su momento, el recurso de súplica ante la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía quedó en nada, si bien siempre que hay un procedimiento abierto hay que disponer de algunos fondos de garantías para hacer frente a posibles condenas posteriores. No será así, ya que el Tribunal Supremo acaba de comunicar a las partes que no admite a trámite el recurso de casación presentado por la defensa de Carole, que se queda sin puertas a las que llamar, pues no es un caso que afecte a derechos fundamentales de ciudadanos españoles, por lo que no cabe una reclamación al Tribunal Constitucional. Como ocurrió con su compatriota Joris Gnagnon, el Sevilla FC no tendrá que hacer frente a más dispendios, considerando en el caso del central el TAS que la rescisión unilateral que articularon los nervionenses estaba justificada.