"Fue un partido duro, pero tuvimos confianza. Hemos estado todos juntos desde el principio hasta el final. Al final, lo ganamos", resumía en zona mixta Loïc Badé, uno de los dos únicos centrales natos que le quedan sanos a Quique Sánchez Flores. La cesión invernal al Anderlecht de Federico Gattoni, así como las lesiones de Kike Salas, Tanguy Nianzou, Marcao Teixeira y Nemanja Gudelj dejan al ex del Nottingham Forest y a Sergio Ramos solos en el eje de la zaga del Sevilla FC. Quizás por eso, el entrenador ha optado por un sistema híbrido y asimétrico, con la ayuda de Marcos Acuña, para no desterrar del todo el 1-5-3-2 con el que mejor se sienten los nervionenses, aunque la variante del 1-4-4-2 permite no infrautilizar en ataque a un efectivo tan valioso y sacrificado como Lucas Ocampos. Una solución que, a la vista de los resultados en Vallecas ante el Rayo y este fin de semana contra el Atlético de Madrid, ha salido exitosa.
"La afición es muy top. Sufrimos mucho, así que necesitábamos el apoyo de los aficionados. Lo han hecho muy bien", añadía Badé, que, a diferencia de otros francófonos, ha hecho desde que aterrizó en la capital hispalense el loable esfuerzo de comunicarse en español. Con sus limitaciones, el zaguero ofrece casi siempre una visión muy clara y natural, preñada de sinceridad, de la actualidad del equipo. Por eso, su análisis de por dónde ha venido la mejoría del conjunto blanquirrojo. "Tenemos más confianza en defensa y, por arriba, también. Además, metemos más goles. Hay que seguir así", sentenciaba un futbolista que estuvo el pasado verano en la órbita del Tottenham, según publicaron en Inglaterra, aunque la gran apuesta que realizaron en Eduardo Dato por él (12 millones de euros), todavía con Monchi al frente de la dirección deportiva, le mantienen en Andalucía.
Por último, dio "la enhorabuena siempre" a Isaac Romero, que volvió a ser decisivo: "Nos ayuda mucho, necesitamos eso. Tiene mucha confianza y siempre ayuda al equipo. Hace golazos. Hay que seguir así". En esta línea, Badé entiende que podrán alcanzar el objetivo, que ya no es otro que esquivar la zona de descenso a Segunda división, ahora a seis puntos. Con todo, aboga por no lanzar las campanas al vuelo, aunque la dinámica en LaLiga es la más positiva de toda la temporada para el Sevilla: "Tenemos que ir poco a poco. Hemos empezado con un empate contra Osasuna. Después, un partido muy duro ante el Rayo y, ahora, en casa. Tres partidos sin perder y siete puntos. Hay que seguir así".