Manuel Pedrero5 min lecturaEl debut de Sergio Conceiçao en el AC Milan ha salido a pedir de boca. El portugués llegaba hace unos días para sustituir a Paulo Fonseca y su primer servicio se salda con una final de Supercopa. Los 'rossoneros' fueron capaces de dar la vuelta al marcador (1-2) ante la Juventus en un partido muy pobre en líneas generales para ambos conjuntos. Kenan Yildiz adelantó al combinado de Thiago Motta y ya en la segunda parte Pulisic y Federico Gatti en propia puerta dieron ventaja al equipo de Álvaro Morata. El delantero madrileño fue titular, al igual que el joven Álex Jiménez, ya asentado en el primer equipo.
No fue el partido más brillante del jugador español, quien fue sustituido en el minuto 82 en detrimento de Filippo Terracciano. Le puso ganas, voluntad pero le faltó arriesgar en el último tramo del campo. Aún así dejó un porcentaje de acierto en el pase del 73% (11 de 15) y ganó dos duelos de los cuatro duelos en los que se vio inmerso. Esta temporada acumula cinco goles (cuatro en Serie A y uno en Champions League). Era un fijo para Fonseca y también lo será para Sergio Conceiçao.
La 'Era Conceiçao' no pudo empezar mejor. En un escenario complicado, en unas semifinales por el que puede ser su primer título, se recompuso ante una Juventus que solo había perdido un partido en toda la temporada, ante el Stuttgart en Champions League. Ya son dos derrotas de la 'Vecchia Signora' en la temporada, ninguna en Serie A.
Ganó el Milan con toda la fortuna del mundo. Porque la realidad es que, pese a que tampoco fue un equipo brillante, la Juve de Thiago Motta fue mejor en cómpluto global. Tuvo el control sin mucha complejidad en un partido espeso. Muy poco del Milan, incapaz de responder ante el dominio turinés.
Consiguió Yildiz adelantar a la Juve. Fusiló a Maignan por el perfil diestro y materializó la superioridad de manera merecida. La Juventus, que suele sufrir para hacer gol, consiguió lo más complicado en el minuto 21, dejando encaminado un partido que se le escapó en los minutos finales.
Porque lo tenía en su mano. Todo controlado. Posesiones con sentido domando los intentos de ataque de los 'rossoneri', atenazados en Riad, en Arabia Saudí. Un partido flojo por parte ambos, pero que acabó con más emoción de la esperada.
Todo por dos acciones puntuales. La primera, la más dañina. Un error de uno de los veteranos. Locatelli atropelló a Pulisic dentro del área de manera totalmente evitable y en una esquina, casi sin peligro. Y el estadounidense no falló desde los once metros.
Despertó el Milan y a la Juve le volvieron a sobrevolar los fantasmas del campeonato doméstico. Un equipo que ha empatado 11 partidos de 18 en Serie A. Se empezó a hundir el equipo de Motta. Se animó el Milan a atacar por fuera y llegó la acción más afortunada de los de Conceiçao.
Un centro lateral de Musah, de lo más inofensivo, acabó siendo decisivo. Tocó en Gatti y pilló fuera de sitio a Di Gregorio. El balón entro despacio, manso. Y significó la victoria del Milan. La primera de Conceiçao, afortunado en su estreno. Se verá en su segundo partido ante el gran Inter, claro favorito. La Supercopa de Italia se quedará en la ciudad Milán. Un 'Derbi della Madoninna' el próximo 6 de enero.