La Copa del Rey ha tenido este domingo una nueva entrega tras los encuentros de este pasado sábado. En la mañana del 5 de enero, víspera del Día de Reyes y con los niños en España sin colegio, estos han podido acudir a los campos de Ourense y Elche para ver las andanzas de sus ídolos. El Ourense, conjunto de Primera RFEF y uno de los 3 que quedaba vivo de la tercera categoría del fútbol español junto al Marbella (eliminado por el Atlético de Madrid) y a la Ponferradina que se enfrenta a la Real Sociedad a partir de las 15:30, se enfrentaba al Real Valladolid de Diego Cocca.
El Real Valladolid, colista de LaLiga, se despidió de la Copa del Rey después de caer ante el Ourense, que remontó en dos ocasiones la eliminatoria, culminada con un gran gol de Ángel Sánchez en el inicio del segundo tiempo. No obstante, lo peor para el conjunto pucelano fueron las lesiones del portero estonio Karl Jakob Hein, el croata Stanko Juric y Raúl Moro, esta última a falta de 20 minutos para el final del encuentro, cuando su entrenador, el argentino Diego Cocca, ya había agotado sus cambios.
El equipo gallego tuvo más ambición que su rival, que dejó una preocupante imagen en O Couto. El equipo de Pablo López se sobrepuso a cada golpe vallisoletano para citarse con la historia en los octavos de final de la Copa. Hacía 25 años que un equipo ourensano no llegaba a esa ronda. Fue el histórico Ourense ante el Barcelona que entonces dirigía el neerlandés Louis Van Gaal.
Otro de los equipos que recibía a un Primera este domingo 5 de enero, el Elche de Sarabia, le abría las puertas del Martínez Valero a Las Palmas de Diego Martínez, que llevaba sin perder desde el pasado 23 de noviembre en Liga ante el Mallorca. El Elche logró la clasificación para los octavos final de la Copa del Rey tras golear a la UD Las Palmas, en un partido brillante del conjunto ilicitano que superó de principio a fin, en ambición y juego, a su rival de superior categoría y que convirtió en una fiesta el Martínez Valero.
El conjunto de Eder Sarabia confirmó las buenas sensaciones de final de año y, con un juego coral, dinámico y ofensivo, redujo a la nada a su adversario e hizo méritos para lograr un resultado aún más amplio, ya que el mejor jugador del conjunto insular fue el portero Horkas, que evitó varios tantos cantados. El Elche se tomó en serio la eliminatoria y desde el primer minuto monopolizó la posesión del balón, obligando a Las Palmas a replegarse en su propia área.